FEBRERO
Edito
Loose in Lush and Lust. Entre cálidos algodones, plumas, aceites, sensuales encajes, provocadores cueros y joyería de inspiración sado. Febrero es el mes de San Valentín, de los especiales de lencería en las editoriales de moda, de reportajes sobre pareja, sobre amor cuando quieren decir sexo y sexo cuando quieren decir amor. Dominantes o dominados, sumisos, helados de vainilla.
Es muy difícil abarcar todas las tendencias, gustos, preferencias, atracciones...
Porque ya febrero viene duro, soso y frío, ¿qué mejor manera para suavizarlo, divertirlo y calentarlo?
Es muy difícil abarcar todas las tendencias, gustos, preferencias, atracciones...
Porque ya febrero viene duro, soso y frío, ¿qué mejor manera para suavizarlo, divertirlo y calentarlo?
¿Sabes qué quiere decir si te califican de helado de vainilla? ¿estás familiarizada con las siglas BDSM?, ¿en qué consiste el bondage? ¿el estilo burlesque?, ¿ser un swinger?, ¿un swift? Son los términos a conocer si quieres estar a la última en materia sexual. Explicadas en este frío febrero para darle un poco de calidez. A muchos les sorprenderá, otros ya son duchos en la materia, pero sobretodo despiertan la imaginación y abren los ojos sobre las múltiples posibilidades que se cuecen en el resto de las "camas" del planeta.
Todo en esta edición está dedicado al disfrute de tus sentidos. En moda, repaso a los estilos y marcas a tener en cuenta para aportar un plus de sensualidad a tu armario. Belleza, de la cabeza a los pies, explora cada parte del cuerpo objeto de deseo en ocasiones exacerbado hasta el fetichismo. En living da una oportunidad y tu propio veredicto sobre la capacidad afrodisíaca de ciertos alimentos y amuebla tu casa abandonándote al cálido rojo, las paredes desnudas y muebles en piel. Music & Inspiration hace un repaso a muchas de las tendencias sexuales del momento (aunque con raíces en nuestro pasado más remoto). Porque en este campo, por mucho que haya llovido, no hay nada nuevo bajo el sol. Cambian los términos, la popularidad, la aceptación, se introducen pequeñas novedades, se mezclan diferentes prácticas...
Todo en esta edición está dedicado al disfrute de tus sentidos. En moda, repaso a los estilos y marcas a tener en cuenta para aportar un plus de sensualidad a tu armario. Belleza, de la cabeza a los pies, explora cada parte del cuerpo objeto de deseo en ocasiones exacerbado hasta el fetichismo. En living da una oportunidad y tu propio veredicto sobre la capacidad afrodisíaca de ciertos alimentos y amuebla tu casa abandonándote al cálido rojo, las paredes desnudas y muebles en piel. Music & Inspiration hace un repaso a muchas de las tendencias sexuales del momento (aunque con raíces en nuestro pasado más remoto). Porque en este campo, por mucho que haya llovido, no hay nada nuevo bajo el sol. Cambian los términos, la popularidad, la aceptación, se introducen pequeñas novedades, se mezclan diferentes prácticas...
Un mes aburrido, en mitad del invierno, con una cuesta monetaria y térmica que parece no terminar nunca. Pero que no sea esto lo único que nos haga perder el aliento. Échale imaginación. Si los malos tiempos vienen acompañados de amor ya son menos malos. Celébralo. Despiértalo si está dormido. Trabájatelo. Sólo hay que invertir tiempo y alguna neurona lúdica.
Con un bote de nata, unos tacones y un conjuntito de lencería puedes tener una noche inolvidable. O mudando de hábitos, tan simple como cambiar el escenario, incluir alguna sustancia comestible o comprar un juguete nuevo.
Con un bote de nata, unos tacones y un conjuntito de lencería puedes tener una noche inolvidable. O mudando de hábitos, tan simple como cambiar el escenario, incluir alguna sustancia comestible o comprar un juguete nuevo.
Cuidemos lo que tengamos o cambiemos de aires. Sigamos buscando o en nuestros trece. Dar segundas oportunidades, insistir.
¿Merece la pena el nivel de desgaste de pérdida personal? ¿Merece la pena tanta locura, tanta renuncia, ceder para adaptarse?
El amor es calcado a una borrachera. Al principio vas sin intención de beber ni una copa, pero en cuanto te tomas la primera, ya no puedes parar, notas el estímulo cosquilleante detrás de las rodillas, cómo te embarga una sensación agradable de vértigo, de pérdida de consciencia, de irrealidad, de huida de lo cotidiano. Empiezas a pasártelo bien, todo te da vueltas, te ríes, es divertido, el tiempo pasa volando, ni piensas ni te importa lo que normalmente te preocupa, te sientes valiente, temeraria y atrevida. Y sabes por experiencia que la resaca va a ser fatal, pero ahora mismo estás en la cresta de la ola y vas a pedirte otra copa para que no decaiga y meterte de lleno.
¿Merece la pena el nivel de desgaste de pérdida personal? ¿Merece la pena tanta locura, tanta renuncia, ceder para adaptarse?
El amor es calcado a una borrachera. Al principio vas sin intención de beber ni una copa, pero en cuanto te tomas la primera, ya no puedes parar, notas el estímulo cosquilleante detrás de las rodillas, cómo te embarga una sensación agradable de vértigo, de pérdida de consciencia, de irrealidad, de huida de lo cotidiano. Empiezas a pasártelo bien, todo te da vueltas, te ríes, es divertido, el tiempo pasa volando, ni piensas ni te importa lo que normalmente te preocupa, te sientes valiente, temeraria y atrevida. Y sabes por experiencia que la resaca va a ser fatal, pero ahora mismo estás en la cresta de la ola y vas a pedirte otra copa para que no decaiga y meterte de lleno.
De repente y sin saber muy bien en qué momento, eres brevemente consciente de que se ta ha ido de las manos, ya no eres capaz de discernir, haces lo que se supone que tienes que hacer, te mueves por tus instintos más primarios, no sabes qué es real, qué no lo es, pero tú tienes tu propia visión y es difícil que alguien te convenza de lo contrario. ¡¡Tú has visto esto, has sentido esto!!
También hay momentos de lucidez en los que en medio de la nebulosa te planteas la retirada, que estás muy cansada y que mañana te vas a alegrar. Pero entonces te convences: "este pedo lo levanto yo" y te lanzas a por un chupito de tequila que alce el ánimo, que te sumerja de lleno en la espiral de alegría, baile, conversaciones y desenfreno.
Por supuesto, al día siguiente la resaca es brutal. Sabes que está la opción de suavizarla momentáneamente a base de más alcohol, pero que lo realmente lógico sería apechugar, aguantar y esperar tranquilamente a que se te pase.
Poco a poco empiezas a rozar la normalidad, te enfrentas a tu maltrecha memoria y vas recomponiendo los jirones de conciencia de ti mismo, puede haber las más variadas reacciones: ¿cómo fuiste capaz? ¡¡Eras otra persona!!
El amor es igual, es el estado alterado de conciencia más peligroso porque va disfrazado de normalidad.
Y sigue los mismos pasos. Has quedado con él pero no te gusta demasiado, no es tu tipo y vas para entretenerte un poco, convencida de que no te vas a pillar. Pero, oye, te vas divirtiendo, te ríes, te hace sentir especial, empiezas a acostumbrarte a sus llamadas, te encanta compartir tiempo con él, sentir su apoyo, hacer cosas juntos...
Cuando quieres acordar estás más que pillada. Un día la cosa empieza a no ir muy bien. Entonces te empeñas un poco más porque esta relación sale adelante como que te llamas... Ha sido un traspié pasajero, son cosas que hay que pulir, todos tenemos que adaptarnos, ceder, la pareja ideal no existe, yo también tengo un poco de culpa...
Y con pequeños e imperceptibles detalles empiezas a perderte. Se te ha do de las manos y vuelves a estar inmersa en la vorágine.
Siempre hay un momentito de lucidez en el que piensas: no tenemos nada que ver, es mejor que lo dejemos aquí antes de que acabe como el rosario de la aurora. Estos instantes de objetiva reflexión siempre vienen seguidos de un convencimiento y una determinación obsesiva porque lo vuestro dure (al menos un poquito más).
Cuando quieres acordar estás más que pillada. Un día la cosa empieza a no ir muy bien. Entonces te empeñas un poco más porque esta relación sale adelante como que te llamas... Ha sido un traspié pasajero, son cosas que hay que pulir, todos tenemos que adaptarnos, ceder, la pareja ideal no existe, yo también tengo un poco de culpa...
Y con pequeños e imperceptibles detalles empiezas a perderte. Se te ha do de las manos y vuelves a estar inmersa en la vorágine.
Siempre hay un momentito de lucidez en el que piensas: no tenemos nada que ver, es mejor que lo dejemos aquí antes de que acabe como el rosario de la aurora. Estos instantes de objetiva reflexión siempre vienen seguidos de un convencimiento y una determinación obsesiva porque lo vuestro dure (al menos un poquito más).
Al final la resaca es brutal. Siempre. Hecha polvo, destrozada, no sabes quién eres, quién vas a ser, no sabes estar sola, no recuerdas cómo eras antes... Tienes que encontrarte, dejar que pase el tiempo y recomponer tu vida. Estás tentada de buscar un clavo que saque antes este clavo pero sabes que no va a funcionar porque no estás preparada y, siendo sinceros, tampoco es que vivas en una ferretería.
Empiezas a ver algunos errores, algunas locuras, te sorprendes a ti misma al ver cómo claudicaste en ciertas cosas...
Y aunque te digas nunca mais, que te vas a retirar a un monasterio o que te vas a hacer lesbiana, al final, antes de que te des cuenta, te sorprendes copa en mano, alzándola henchida de felicidad, con la mirada chispeante y risilla floja. Porque, ¿para qué si no existen los Ibuprofenos? ¡Que viva la industria farmacéutica!
Empiezas a ver algunos errores, algunas locuras, te sorprendes a ti misma al ver cómo claudicaste en ciertas cosas...
Y aunque te digas nunca mais, que te vas a retirar a un monasterio o que te vas a hacer lesbiana, al final, antes de que te des cuenta, te sorprendes copa en mano, alzándola henchida de felicidad, con la mirada chispeante y risilla floja. Porque, ¿para qué si no existen los Ibuprofenos? ¡Que viva la industria farmacéutica!
Y como diría Escarlata o´Hara: Ya lo pensaré mañana.