FEBRERO 2017
Edito
Febrero se iba a llamar Furry, abrigado, peludo, a cubierto, que es lo que me inspira este mes. Sin embargo he topado con el término danés Hygge y con él me quedo. La manera de los daneses para vivir de manera sencilla manteniendo la mirada en los pequeños detalles cotidianos.
Encontrarás ideas sobre esta forma de ver la vida así como imágenes cozy, acogedoras, agradables, que calientan el ojo y, con suerte, tu interior. Encendiendo pequeñas llamas.
¿Y qué cosas me hacen pensar en hygge, así a bote pronto y sin profundizar en el tema?
Gordos jerseys de lana, baño de agua muy caliente con aceites esenciales que dejen un cuerpo efervescente, infusiones, chocolate caliente (siempre), abrigos de pelo, cremas de verduras, velas en casa, jarrones con flor de algodón, jengibre, pijamas enormes y suaves, chimeneas, gorros de lana con pompón, tardes de lectura, botas de nieve, alfombras, masajes, cocinar para los amigos, escaparme a un balneario, cremas corporales untuosas... Y el plan del mes: quedar en el mercado mensual de productos eco con los amigos a tomar un choco caliente, comprar lo que nos apetezca y venir a casa a preparar Mac and cheese y ensalada de rúcula mientras disfruto una cerveza artesana y unas banderillas.
Pero en medio de este ambiente acogedor, se me presentan grandes decisiones. Y aquí no hay circunstancias que decidan por mí (claro que las hay si no, no me vería en la obligación de "tomar decisiones". Las circunstancias siempre presionando empujadas con el soplo del paso del tiempo). Pero en esta ocasión soy yo la que tiene que elegir pastilla roja o pastilla azul. En el cambio más importante de mi vida. Intento ver señales por todos lados, volver al Mahabarata, preguntar, exponer mis dudas, razones y miedos. Deseando que alguien eche luz sobre lo que tengo que hacer. Sabiendo que de poco me sirven opiniones ajenas cuando al final haré lo que me dé la gana. Pero quiero todos los puntos de vista.
Y por un lado sé que no hay momento mejor que éste.
El gran error es esperar a que este momento mejore (pero también puede empeorar).
Y lo que no quiero es arrepentirme porque no hay vuelta atrás y esto le dará la vuelta a mi vida.
Después de años hibernando...
Y sigo esperando una respuesta de mi interior. ¿No debería buscar y desear este cambio? ¿No debería estar emocionada? Tal vez los sentimientos luminosos los oscurece el miedo.
Y siento que tengo que tomar una decisión y que el tiempo corre.
Aunque en el fondo también siento como si la decisión ya la tuviera tomada y todas estas dudas es una manera de sabotearme, de montar un teatrito en mi cabeza: dándole fuerza a las opiniones en contra, distintos personajes que encarnan cada uno de los miedos, haciéndome débil, indecisa.
Como alguno de los bellos poemas épicos hindúes, con sus miles de dioses encarnando lo peor y lo mejor del ser humano. Los asura y los deva.
La batalla en mi cabeza.
"The senses are the horses, and the sense objects are the path in which they run. Know this Self to be the rider, the body to be the chariot, the intellect to be the charioteer. And the Mind to be the reins".
(Los sentidos son los caballos, y los objetos percibidos, el camino por el que cabalgan. El Ser es el jinete, el cuerpo el carro, el intelecto el auriga. Y la mente sea las riendas).
Katha Upanishad.
Encontrarás ideas sobre esta forma de ver la vida así como imágenes cozy, acogedoras, agradables, que calientan el ojo y, con suerte, tu interior. Encendiendo pequeñas llamas.
¿Y qué cosas me hacen pensar en hygge, así a bote pronto y sin profundizar en el tema?
Gordos jerseys de lana, baño de agua muy caliente con aceites esenciales que dejen un cuerpo efervescente, infusiones, chocolate caliente (siempre), abrigos de pelo, cremas de verduras, velas en casa, jarrones con flor de algodón, jengibre, pijamas enormes y suaves, chimeneas, gorros de lana con pompón, tardes de lectura, botas de nieve, alfombras, masajes, cocinar para los amigos, escaparme a un balneario, cremas corporales untuosas... Y el plan del mes: quedar en el mercado mensual de productos eco con los amigos a tomar un choco caliente, comprar lo que nos apetezca y venir a casa a preparar Mac and cheese y ensalada de rúcula mientras disfruto una cerveza artesana y unas banderillas.
Pero en medio de este ambiente acogedor, se me presentan grandes decisiones. Y aquí no hay circunstancias que decidan por mí (claro que las hay si no, no me vería en la obligación de "tomar decisiones". Las circunstancias siempre presionando empujadas con el soplo del paso del tiempo). Pero en esta ocasión soy yo la que tiene que elegir pastilla roja o pastilla azul. En el cambio más importante de mi vida. Intento ver señales por todos lados, volver al Mahabarata, preguntar, exponer mis dudas, razones y miedos. Deseando que alguien eche luz sobre lo que tengo que hacer. Sabiendo que de poco me sirven opiniones ajenas cuando al final haré lo que me dé la gana. Pero quiero todos los puntos de vista.
Y por un lado sé que no hay momento mejor que éste.
El gran error es esperar a que este momento mejore (pero también puede empeorar).
Y lo que no quiero es arrepentirme porque no hay vuelta atrás y esto le dará la vuelta a mi vida.
Después de años hibernando...
Y sigo esperando una respuesta de mi interior. ¿No debería buscar y desear este cambio? ¿No debería estar emocionada? Tal vez los sentimientos luminosos los oscurece el miedo.
Y siento que tengo que tomar una decisión y que el tiempo corre.
Aunque en el fondo también siento como si la decisión ya la tuviera tomada y todas estas dudas es una manera de sabotearme, de montar un teatrito en mi cabeza: dándole fuerza a las opiniones en contra, distintos personajes que encarnan cada uno de los miedos, haciéndome débil, indecisa.
Como alguno de los bellos poemas épicos hindúes, con sus miles de dioses encarnando lo peor y lo mejor del ser humano. Los asura y los deva.
La batalla en mi cabeza.
"The senses are the horses, and the sense objects are the path in which they run. Know this Self to be the rider, the body to be the chariot, the intellect to be the charioteer. And the Mind to be the reins".
(Los sentidos son los caballos, y los objetos percibidos, el camino por el que cabalgan. El Ser es el jinete, el cuerpo el carro, el intelecto el auriga. Y la mente sea las riendas).
Katha Upanishad.