SEPTIEMBRE 2015
Edito
PHOENYX en Septiembre
El constante renacer. Ciclos, bucles, espirales,
Aquí no hay cenizas. Por lo menos este año.
Hay un volver a empezar, con el tiempo corriendo, martilleando tras cada paso, cada respiración.
Septiembre inyecta un impulso de energía, renovación; trae aires de comienzo, de nueva etapa. Hay miles de novedades, todo está alegremente activo después del parón de agosto con sus restaurantes cerrados, calles vacías, restos de rebajas, amigos fuera, carreteras y transportes "In Progress"... Como una ciudad que dormita escondida ante el calor, con un mínimo hilo de vida palpitando en ella. Una ciudad aburrida, calurosa y de saldo.
Nada interesante que ver, visitar o comprar.
Nada estimulante.
Todo anestesiado y con una polvorienta capa de sudor.
Esto se extrapola a nuestra vestimenta: pelo mojado y mustio, recién salido de la ducha. Camisolas, vestidos sueltos, baratos, ligeros, chanclas. Un desmadejamiento corporal. Pieles morenas, secas, a punto de caerse. Caras sin maquillar, brillantes, enormes gafas de sol. Mechas descoloridas, colores opacos, pidiendo a gritos un baño de color, una cura hidratante.
Bolsos de lona, monótonos perfumes florales.
Todos retardando, y al mismo tiempo deseando, ese día autoimpuesto en el que nos someteremos a la renovación, el cambio. Despojarnos de nuestro "uniforme" de vacaciones para adoptar el "laboral".
Una marca en el desierto de la agenda anticipa la cena postvacacional con los amigos.Las carteleras se llenan de títulos interesantes; asoma en los escaparates la ropa de temporada; empiezan los 2x1 en los gimnasios; la programación interesante en todos los ámbitos visuales: teatro, exposiciones, tv, música, etc.
Se multiplican los planes, el renovado ímpetu. Entusiasmo.
Y empieza la vuelta a la rutina. Pues sí, ¿Hay ganas? No. Pero algo en nuestro interior pide a gritos un poco de orden, adecentarse, cambiar de ciclo, de costumbres.
Me he aficcionado a una serie de la que me fascina el nivel de actividad de sus protagonistas. El 90% de las escenas se desarrollan durante el trabajo, trabajo y trabajo (zancadillas, estrategias, intrigas y chantajes incluidos, por supuesto que sí).
Un nivel de actividad pasmoso. Contagioso.
Todo el día con el móvil, viajando, escribiendo, durmiendo mal, de oficina en oficina, corriendo, tecleando, conectados, discutiendo, especulando.
Así de activa, competente y decidida me imagino en el mes de septiembre. Con ilusión, ganas y muy eficaz. Con miles de proyectos, asuntos interesantes, estudios, nuevos retos.
Pensar que hace dos meses escasos huíamos de todo esto que ahora esperamos con ganas.
Con la timidez de la certeza de que en dos semanas estaremos hartas de toda esa obligada actividad.
Pero, ¿qué le vamos a hacer? La vida es un bucle. Todo empieza y acaba, constantemente, en un ciclo sin fin. No hemos empezado y ya vislumbramos el deseo de terminar, aunque queramos esta fase, sabemos que nos cansará y estaremos ansiosos de que llegue la próxima.
Nada es lineal y por ello este mes lo dedico a los ciclos, a los redondos círculos que vamos recorriendo como hámsters desenfrenados, siempre acelerados y sin aliento, corriendo a quemar la siguiente etapa.
Quemando estapas, reinventándonos para la próxima, como el Ave Fénix. Resurgiendo de las cenizas.
Así que este septiembre, comienzo del otoño, despedida del verano. Todo gira en círculos constantes y con el estilo frenético y eficaz de una serie llena de personajes competentes, eficientes. Incansables.
Feliz reentré para todos. ¡A por otra vuelta de rueda más!
Como decía Rust en la serie protagonista absoluta de Music and Inspiration (por la BSO y las citas):
El tiempo es un cículo plano y todo se repite una y otra vez sin descanso. Miles de veces.
Como los problemas que comenta mi madre en la frase del mes. Cien mil veces.
Siempre igual, y siempre distinto.
Pero el sentimiento, el mismo.
You better run.
You better run
https://www.youtube.com/watch?v=TviI6bhwRM8
Boooogie Shoes
https://www.youtube.com/watch?v=Ux2WXNsqfe8