NOVIEMBRE
Living
Dejemos que la naturaleza se explaye y nos invada, que vaya comiendo terreno, recuperándolo. Que escale por las paredes, que entre por todos los huecos y nos conquiste con su belleza, con su aroma. Esta casa está rodeada de glicinias, una de las flores más admiradas en el Japón Heian, objeto de múltiples poemas por su belleza.
O busquemos integrarnos en la naturaleza, rodearnos de ella y disponer de grandes ventanales para poder observar y relajarnos con su presencia.
O busquemos integrarnos en la naturaleza, rodearnos de ella y disponer de grandes ventanales para poder observar y relajarnos con su presencia.
Y yendo a descubrirla. En estado salvaje o cuidada...
Otoño especiado
Vinculamos el otoño a olores muy especiales: tierra humeda, el primer fuego de la chimenea, castañas asadas y por supuesto especias. Estas últimas, embriagadoras y con un ligero toque picante, calientan el ambiente haciéndolo más acogedor. Autunm Spice de Seda France despliega el aroma del jengibre molido, canela y azúcar moreno para que des la bienvenida al otoño en tu hogar.
Hospitalidad nórdica
![Imagen](/uploads/1/1/9/6/11968518/8508679.jpg?1)
Beber y ofrecer Glögg. Lo probé en mi primer viaje a Suecia. Llegábamos en pleno y nevado invierno a casa de nuestros anfitriones, helados de frío y húmedos hasta los huesos pues llevábamos la ropa más abrigada que se pueda pensar en nuestras latitudes, totalmente insuficientes para aquellas. Nada más entrar por la puerta y quitarnos los zapatos, nos ofrecieron esta bebida típica de los meses más fríos en países como Suecia, Dinamarca, Alemania, Austria...
Es reconfortarte, el cuerpo entra rápidamente en calor y está buenísimo. Además es muy fácil de hacer, cada casa tiene su receta, pero básicamente se puede preparar con estos ingredientes:
Una botella de vino tinto, dos o tres tiras de piel de naranja seca, 8 clavos, un palito de canela y 100 gramos de azúcar. Puedes añadir semillas de cardamomo y un trozo de raíz de jengibre si te gusta más especiado.
Se pone todo a calentar en una olla, en cuanto rompe a hervir se baja el fuego a mínimo y se deja cocer durante unos 20 minutos.
Importante servir en tazas que aguanten bien el calor. Puedes adornar con una rodajita de limón. Se suele acompañar con galletitas de jengibre o almendras.
Es reconfortarte, el cuerpo entra rápidamente en calor y está buenísimo. Además es muy fácil de hacer, cada casa tiene su receta, pero básicamente se puede preparar con estos ingredientes:
Una botella de vino tinto, dos o tres tiras de piel de naranja seca, 8 clavos, un palito de canela y 100 gramos de azúcar. Puedes añadir semillas de cardamomo y un trozo de raíz de jengibre si te gusta más especiado.
Se pone todo a calentar en una olla, en cuanto rompe a hervir se baja el fuego a mínimo y se deja cocer durante unos 20 minutos.
Importante servir en tazas que aguanten bien el calor. Puedes adornar con una rodajita de limón. Se suele acompañar con galletitas de jengibre o almendras.
Para las galletitas de jengibre
1 taza de mantequilla a temperatura ambiente
1 taza de azúcar moreno 1 huevo 1/2 taza de miel 4 tazas de harina 2 cucharaditas de canela en polvo 2 cucharaditas de jengibre molido 1/4 cucharadita de clavo molido 1 cucharada levadura en polvo Batimos la mantequilla junto al azúcar hasta que queda una crema. Agregamos el huevo y la miel. Hacemos lo mismo con la harina, la levadura y las especias. Intenta conseguir que la mezcla sea lo más homogénea posible. Dejamos la masa reposar en frío envuelta en plástico durante unas horas. Sólo nos queda hornear las galletas. Precalentamos el horno a unos 200ºC. Extendemos lamasa en una superficie que tenga un poco de harina para evitar que se peguen. Cortamos la galleta con un cortapastas. Si tienes el molde de hombrecito, ahora es la época ideal para usarlo. 6 u 8 minutos de horneado, dependiendo del grosor de la galleta, y listo. |
CASTAÑAS ASADAS. Otoño es sin duda su época. Nos encanta pasear por las calles y notar el olor a castañas asadas en el aire helado. Es el aroma del invierno que se acerca. Las puedes preparar en casa, en el horno, y ofrecer con una tacita de Glögg a tus invitados. Como frutos secos, aportan mucha energía pero es de los menos calóricos pues tiene mucha agua y poca grasa. Incorpóralas a tus platos; haz una deliciosa crema de castañas o prepárala como salsa para carnes.
Vivir la naturaleza
No sólo en primavera hay que salir a disfrutar de la naturaleza. El otoño también despliega toda su belleza en una espectacular gama de verdes, del lima al más profundo, los cálidos amarillos de las hojas, tirando a marrón, naranja e incluso rojo. Sólo hay que abrigarse más y salir a vivirlo. Sentir el aire fresco en los pulmones, la húmeda hierba bajo nuestros zapatos, cómo se desdibujan los caminos por el musgo, coger setas, ver bandadas de pájaros emigrando y cómo forman bellísimas figuras en el aire, la niebla difuminando los contornos... Simplemente presta atención a tus sentidos y disfruta.
POR CIERTO, NO OLVIDES EN TUS SALIDAS CAMPESTRES... Un cenicero si eres fumador. En otoño no hay tanto riesgo de incendio, pero una colilla tarda siglos en descomponerse y es horrible que dejes esa señal tan visible de tu paso por el campo. Mira la propuesta de Maison Martin Margiela. Gracias.
AUNQUE LLUEVA... ¡Nadie se queda en casa!
El libro de cocina de Alice B. Toklas
Delicioso el libro de esta escritora, pareja de Gertrude Stein, en el que mezcla el relato de episodios de su vida con recetas. La más famosa es el Fudge de hashis, unos pastelillos con nueces, frutas, especias y marihuana. Adelantada a su tiempo si tenemos en cuenta que nació... ¡a finales del siglo XIX!
Un sitio para estar...
En medio del bosque, de la maleza, totalmente alejados de cualquier rastro de civilización. De sus restos sonoros o visuales. De sus ruidos y sus artilugios para comunicarse (carreteras, postes de telecomunicaciones). Tumbada, ahí en medio, dejando que pase el tiempo hasta que entres en contacto real con la naturaleza. Ir poco a poco haciéndote a sus sonidos (sulenguaje), olor, silencio tan sonoro, colores, paisaje, el movimiento a tu alrededor. Del aire, de los animales, del mundo vegetal... respirando hondo, aguzando el oído, recreando la vista, relajando el espíritu...
Vivir solo inmerso en la naturaleza es algo realmente fabuloso, pero hacerlo por mucho tiempo no resulta nada fácil. En teoría no tiene porqué ser imposible.. En la práctica hay gente que lo hace. Pero, la naturaleza, en cierto sentido, es muy antinatural. Y la paz, en cierto sentido, puede llegar a ser muy amenazadora. Para poder sobrellevar estas contradicciones, hace falta preparación y experiencia.
(Kafka en la orilla. Haruki Murakami).
Vivir solo inmerso en la naturaleza es algo realmente fabuloso, pero hacerlo por mucho tiempo no resulta nada fácil. En teoría no tiene porqué ser imposible.. En la práctica hay gente que lo hace. Pero, la naturaleza, en cierto sentido, es muy antinatural. Y la paz, en cierto sentido, puede llegar a ser muy amenazadora. Para poder sobrellevar estas contradicciones, hace falta preparación y experiencia.
(Kafka en la orilla. Haruki Murakami).
Una cama otoñal
Deco madera
Vida campestre
Tenían que ser ingleses los que publicaran una revista sobre la vida rural y sus bondades. El último grito, lo más on para esa casita en medio del campo lo puedes encontrar en esta publicación semanal... That´s Country Life!!
Las paredes vegetales de Williams Morris
En Reino Unido causa furor. William Morris fue el diseñador más influyente del siglo XIX, admirado por sus diseños de papel pintado y textiles. Para cubrir las paredes, en cortinas, tapizados, cojines... Puedes llenar tu hogar de sus bellos trabajos como el papel con hojas de sauce que llenará de romanticismo la habitación elegida para lucirlo.
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O directamente en la pared, mimetizándose con el entorno exterior como en esta casa de la que estamos totalmente in love, la de Doug Aitken en California.
Cremas de verduras
No hay nada más agradable que llegar de la calle, con lluvia, frío y hambrienta, y que te reciban con una crema de verduras caliente. Por supuesto debe ser casera y con productos de temporada. Fácil de hacer y sanísimo, triunfará entre tus invitados. ¿Quién dijo que no es cool? Nos encanta la de calabaza de Karlos Arguiñano (la puedes encontrar en su libro 1069 recetas), las de espinacas, calabacín, zanahoria... Añade unos picatostes para hacerla más consistente y adórnala con un chorrito de aceite de oliva. Si no quieres líos de cucharas, sírvela en vasos pequeños, tipo chupito. ¡repetirán! |
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