JUNIO 2015
Music & Inspiration
- Quiero ir en bicicleta bajo el sol de la tarde, llevar sandalias de cuero en Pakistán, hablar en voz alta a monjes zen amigos envueltos en delgadas túnicas de verano y con la cabeza rapada. Quiero vivir en templos de oro, beber cerveza, decir adiós, ir a Yokohama, al tumultuoso puerto de Asia lleno de siervos y bajeles, esperar, trabajar, regresar, ir, ir a Japón, volver a Estados Unidos, leer a Hakuin, limpiarme los dientes con arena y disciplinarme todo el tiempo mientras sigo sin llegar a ningún sitio, y aprender así... aprender que mi cuerpo y todo se cansa y enferma y desaparece y así averiguar todas las cosas de Hayuku.
Los vagabundos del Dharma.
Jack Kerouac.
Los vagabundos del Dharma.
Jack Kerouac.
EMSEÑANZAS DEL I CHING
I- El arte de vivir consiste, únicamente, en proceder con sencillez.
II- El hombre superior persevera siempre en el camino, se adapta a los tiempo, pero permanece firme en su dirección y corrige sus objetivos.
III- Hay que evitar los extremos, ya que son causa de todas las desventuras.
IV- Nunca hay que provocar una acción si no estamos seguros de dominar sus consecuencias,
V- La perseverancia por sí sola no asegura el éxito. Por mucho que estés al acecho, no cazarás nada en el campo donde no hay presa.
VI- El cambio es seguro. A la calma siguen las dificultades; a la partida de los hombres malvados sigue su retorno. Aprende a ser feliz en el intervalo.
VII- El que posee la fuente de entusiasmo logra grandes cosas. El que duda no. Y el entusiasta reunirá amigos a su alrededor como un broche recoge el pelo.
VIII- Antes de que empiece el gran esplendor, debe haber el caos. Antes de que la persona brillante empiece algo grande, parecerá estúpida ante las masas.
IX- El hombre tranquilo y solitario tiene acceso a lo inescrutable.
X- Cuando el camino llega a su final, entonces cambia, Cuando cambia, entonces puedes atravesarlo.
I- El arte de vivir consiste, únicamente, en proceder con sencillez.
II- El hombre superior persevera siempre en el camino, se adapta a los tiempo, pero permanece firme en su dirección y corrige sus objetivos.
III- Hay que evitar los extremos, ya que son causa de todas las desventuras.
IV- Nunca hay que provocar una acción si no estamos seguros de dominar sus consecuencias,
V- La perseverancia por sí sola no asegura el éxito. Por mucho que estés al acecho, no cazarás nada en el campo donde no hay presa.
VI- El cambio es seguro. A la calma siguen las dificultades; a la partida de los hombres malvados sigue su retorno. Aprende a ser feliz en el intervalo.
VII- El que posee la fuente de entusiasmo logra grandes cosas. El que duda no. Y el entusiasta reunirá amigos a su alrededor como un broche recoge el pelo.
VIII- Antes de que empiece el gran esplendor, debe haber el caos. Antes de que la persona brillante empiece algo grande, parecerá estúpida ante las masas.
IX- El hombre tranquilo y solitario tiene acceso a lo inescrutable.
X- Cuando el camino llega a su final, entonces cambia, Cuando cambia, entonces puedes atravesarlo.
Escuchando... Hot Shot, Saun & Starr
Frase del mes.... Entra en trance
Más que una frase, es una carta del Tarot. La primera, el loco. LE MAT. Y es la definición que de él hace Alejandro Jodorowsky en su libro sobre el Tarot.
¿Sabes que en cada instante puede producirse una mutación de consciencia, que puedes súbitamente cambiar la percepción que tienes de ti? Uno se imagina a veces que actuar es triunfar respecto al otro. ¡Qué error! Si quieres actuar en el mundo, debes hacer que estalle esa percepción del yo impuesta, incrustada desde la infancia, que se niega a cambiar. Amplía tus límites sin fin, sin descanso. Entra en trance. Déjate poseer por un espíritu más poderoso que el tuyo, una energía impersonal. No se trata de perder conciencia, sino de dejar que hable la locura original sagrada, que está en ti. Deja de ser tu propio testigo, deja de observarte, sé actor en estado puro, una entidad en acción. Tu memoria dejará de registrar los hechos, las palabras y los actos realizados. (...) Hasta aquí has vivido en la isla de la razón, descuidando las demás fuerzas vivas, las demás energías. (...) Experimentas entonces un estado de supraconciencia en que no hay acto fracasado ni accidente, (...) En este estado de presencia extrema cada gesto, cada acción son perfectos. No puedes equivocarte, no hay ni plan ni intención. Sólo hay la acción pura en el eterno presente. No temas liberar el instinto, por primitivo que sea. Superar lo racional no significa negar la fuerza mental: mantente abierto a la poesía de la intuición, a los fulgores de la telepatía, a voces que no te pertenecen, a una palabra venida de otras dimensiones. Ve como se unen a la extensión infinita de tus sentimientos, a la inagotable fuerza creadora que te confiere la energía sexual. Vive tu cuerpo, ya no como un concepto del pasado, sino como la realidad subjetiva y vibrante del presente. Verás que tu cuerpo deja de estar dominado por concepciones racionales y se deja mover por fuerzas que pertenecen a otras dimensiones, por la totalidad de la realidad. (...) El ser en trance no actúa movido por lo que ha aprendido sino por lo que es. |
Me da la impresión de que me pongo repetitiva... pero es que es un tema en el que me ha dado por trabajar últimamente y tampoco veo grandes resultados, por mucho que me alecciono con las frases del mes. Y es que en un solo mes tampoco da tiempo a hacer cambios en una costumbre de toda la vida.
Menos análisis y más dejarse llevar por intuiciones. Ya. Y olvídate de calcular cómo lo ha visto la otra persona, cómo le ha sentado, qué consecuencias infinitas... Eso es lo que hay y ya está. Yo que soy una obsesa del control sobre cada una de mis manifestaciones... Entrar en trance, actuar y no mirar atrás.
Revivir el pasado sería como estar muerto, porque ya no existe, ya pasó, y esa persona que vivió eso, tampoco (esto me encantó de una charla de Sadhguru),
A lo hecho pecho (y a lo dicho también). Así que cada vez que recuerdes algo que te arrepientes, que viene a molestarte, a hacerte sentir culpable, vergüenza, atemorizada, insegura... Piensa de inmediato que eso no existe, que está muerto y tú no. Así que deséchalo de tu mente.
Ya no puede hacerte daño, a no ser que te dejes.
Está muerto.
Está en el hoyo.
Y tú... tú sigues en el bollo.
Menos análisis y más dejarse llevar por intuiciones. Ya. Y olvídate de calcular cómo lo ha visto la otra persona, cómo le ha sentado, qué consecuencias infinitas... Eso es lo que hay y ya está. Yo que soy una obsesa del control sobre cada una de mis manifestaciones... Entrar en trance, actuar y no mirar atrás.
Revivir el pasado sería como estar muerto, porque ya no existe, ya pasó, y esa persona que vivió eso, tampoco (esto me encantó de una charla de Sadhguru),
A lo hecho pecho (y a lo dicho también). Así que cada vez que recuerdes algo que te arrepientes, que viene a molestarte, a hacerte sentir culpable, vergüenza, atemorizada, insegura... Piensa de inmediato que eso no existe, que está muerto y tú no. Así que deséchalo de tu mente.
Ya no puede hacerte daño, a no ser que te dejes.
Está muerto.
Está en el hoyo.
Y tú... tú sigues en el bollo.
Sunday Candy... Dunny Trumpet & The Social Experiment
You gotta move it slow-ly,
Take and eat my body like it's ho-ly. I've been waiting for you for the whole week, I've been praying for you, you're my sun-day, can-dy. Come on in this house, cause it's gonna rain. Rain down Zion, it's gonna rain. You better come on in this house, cause it's gonna rain Rain down Zion, it's gonna rain. https://www.youtube.com/watch?v=i4ooH8frBWg |
One fine thing... Dee Dee Bridgewater
Ánima Ánimus de Jung
El anima es el aspecto femenino presente en el inconsciente colectivo de los hombres y el animus es el aspecto masculino presente en el inconsciente colectivo de la mujer. Unidos se les conoce como syzygy. El anima puede estar representada (personificada) como una joven chica, muy espontánea e intuitiva, o como una bruja, o como la madre tierra. Usualmente se asocia con una emocionalidad profunda y con la fuerza de la vida misma. El animus puede personificarse como un viejo sabio, un guerrero, o usualmente como un grupo de hombres, y tiende a ser lógico, muchas veces racionalista e incluso argumentativo.
Furu, Kunbe
Soap Kills (Acoustic), Leh Zaalen
Leh zaalen Leh, Ana Mish Zaalene Leh khayfen Leh, ana Mish Khayfene, Leh harbein Leh, ana Mish harbene, Wleh, wleh, manak rijel wleh, Shu hal rijel wlo https://www.youtube.com/watch?v=kWaPHhB6v7A |
Descripción de un estado físico
Una sensación de quemadura ácida en los miembros,
músculos retorcidos e incendiados, el sentimiento de ser un vidrio frágil,
un miedo, una retracción ante el movimiento y el ruido.
Un inconsciente desarreglo al andar, en los gestos,
en los movimientos.
Una voluntad tendida en perpetuidad para los más simples gestos,
la renuncia al gesto simple, una fatiga sorprendente y central,
una suerte de fatiga aspirante. Los movimientos a rehacer,
una suerte de fatiga mortal, de fatiga espiritual
en la más simple tensión muscular, el gesto de tomar, de prenderse inconscientemente
a cualquier cosa, sostenida por una voluntad aplicada.
Una fatiga de principio del mundo, la sensación de estar cargando el cuerpo, un sentimiento de increíble fragilidad,
que se transforma en rompiente dolor, un estado de entorpecimiento doloroso, de entorpecimiento localizado en la piel,
que no prohíbe ningún movimiento, pero que cambia el sentimiento interno de un miembro, y a la simple posición vertical
le otorga el premio de un esfuerzo victorioso.
Localizado probablemente en la piel, pero sentido como la supresión radical de un miembro y presentando al cerebro sólo imágenes de miembros filiformes y algodonosos, lejanas imágenes de miembros nunca
en su sitio.
La suerte de ruptura interna de la correspondencia de todos los nervios.
Un vértigo en movimiento, una especie de caída oblicua acompañando cualquier esfuerzo, una coagulación de calor
que encierra toda la extensión del cráneo, o se rompe a pedazos, placas de calor nunca quietas.
Una exacerbación dolorosa del cráneo, una cortante presión de los nervios, la nuca empeñada en sufrir, las sienes que se cristalizan o se petrifican, una cabeza hollada por caballos.
Ahora tendría que hablar de la descoporización de la realidad, de esa especie de ruptura aplicada, que parece multiplicarse ella misma entre las cosas y el sentimiento que producen en nuestro espíritu, el sitio que se toman. Esta clasificación instantánea
de las cosas en las células del espíritu, existe no tanto como un orden lógico, sino como un orden sentimental, afectivo.
Que ya no se hace: las cosas no tienen ya olor, no tienen sexo.
Pero su orden lógico a veces se rompe por su falta de aliento afectivo.
Las palabras se pudren en el llamado inconsciente del cerebro, todas las palabras por no importa qué operación mental,
y sobre todo aquellas que tocan los resortes más habituales, los más activos del espíritu.
Un vientre aplanado.
Un vientre de polvo fino y como en foco. Debajo del vientre una granada reventada.
La granada expande un flujo de copos que se eleva como lenguas de fuego, un fuego helado. El flujo se
agarra del vientre y lo hace girar.
Pero el vientre no da más vueltas. Son venas de sangre como vino, de sangre combinada con azufre y azafrán pero con un azufre endulzado con agua.
Sobre el vientre sobresalen los senos. Y más hacia arriba y en profundidad, pero en otro plano del espíritu un sol enardecido de manera que se podría pensar que es el seno el que arde. Y un pájaro
al pie de la granada.
El sol parece que tuviera una mirada.
Pero una mirada que estaría mirando el sol.
Y el aire todo es una como una melodía gélida pero una extensa, honda melodía bien compuesta
y secreta y colmada de ramificaciones congeladas.
Y todo construido con columnas, y con una especie de aguada arquitectónica que une el vientre
con la realidad.
La tela está ahuecada y estratificada.
La pintura está muy prensada a la tela.
Es como un círculo que se cierra sobre sí mismo, una suerte de abismo
en movimiento que se parte por el medio.
Es como un espíritu que se ve y se ahueca, está modelado y trabajado
sin cesar por las manos crispadas del espíritu.
Mientras tanto el espíritu siembra su fósforo. El espíritu está seguro. Tiene un pie bien apoyado
en este mundo.
El vientre, los senos, la granada, son como evidencias testimoniales de la realidad. Hay un pájaro muerto y hay un abundante surgimiento de columnas.
El aire está plagado de golpes de lápices como de golpes de cuchillos, como de esquirlas de uña mágica.
El aire está suficientemente alterado.
Así donde germina una semilla de irrealidad se dispone en células.
Las células se colocan cada una en su lugar, en abanico, rodeando el vientre,
delante del sol más lejos del pájaro y sobre ese flujo de agua sulfurosa.
Pero la arquitectura que sostiene y no dice nada es indiferente a las células.
Cada célula contiene un huevo donde se destaca el germen.
Repentinamente nace un huevo en cada célula.
En cada uno hay un hormigueo inhumano pero límpido,
las diversificaciones de un universo detenido.
Cada célula contiene bien su huevo y nos lo ofrece; pero al huevo no le importa demasiado
ser elegido o rechazado.
Algunas células no llevan huevo. En algunas crece una espiral.
Y en el aire cuelga una espiral más grande pero como azufrada, de fósforo todavía y cubierta
de irrealidad.
Y esta espiral tiene toda la relevancia del pensamiento más potente.
El vientre lleva a recordar la cirugía y la Morgue, la bodega, la plaza pública y la mesa de
operaciones.
El cuerpo del vientre parece tallado en granito o en mármol o en yeso, pero un yeso
endurecido.
Hay un casillero para una montaña.
Las burbujas del cielo dibuja sobre la montaña
una aureola fresca y translúcida. Alrededor de la montaña el aire es sonoro, compasivo,
antiguo, prohibido.
La entrada a la montaña está prohibida. La montaña tiene su lugar en el alma.
Ella es el horizonte de algo que no deja de retroceder.
Produce la impresión del horizonte infinito.
Y yo describo con lágrimas esta pintura porque esta pintura me toca el corazón.
En ella siento desplegarse mi pensamiento como en un espacio ideal, absoluto, pero un espacio
que tendría una forma posible de ser insertada en la realidad.
Caigo en ella del cielo.
Y alguna de mis fibras se desata y encuentra un lugar en determinados casilleros.
A ella regreso como a mi fuente,
allí siento el lugar y la disposición de mi espíritu.
El que ha pintado esa tela es el más grande pintor del mundo.
A André Mason lo que es justo.
De "L'Ombilic des limbes"
Antonin Artaud
Una sensación de quemadura ácida en los miembros,
músculos retorcidos e incendiados, el sentimiento de ser un vidrio frágil,
un miedo, una retracción ante el movimiento y el ruido.
Un inconsciente desarreglo al andar, en los gestos,
en los movimientos.
Una voluntad tendida en perpetuidad para los más simples gestos,
la renuncia al gesto simple, una fatiga sorprendente y central,
una suerte de fatiga aspirante. Los movimientos a rehacer,
una suerte de fatiga mortal, de fatiga espiritual
en la más simple tensión muscular, el gesto de tomar, de prenderse inconscientemente
a cualquier cosa, sostenida por una voluntad aplicada.
Una fatiga de principio del mundo, la sensación de estar cargando el cuerpo, un sentimiento de increíble fragilidad,
que se transforma en rompiente dolor, un estado de entorpecimiento doloroso, de entorpecimiento localizado en la piel,
que no prohíbe ningún movimiento, pero que cambia el sentimiento interno de un miembro, y a la simple posición vertical
le otorga el premio de un esfuerzo victorioso.
Localizado probablemente en la piel, pero sentido como la supresión radical de un miembro y presentando al cerebro sólo imágenes de miembros filiformes y algodonosos, lejanas imágenes de miembros nunca
en su sitio.
La suerte de ruptura interna de la correspondencia de todos los nervios.
Un vértigo en movimiento, una especie de caída oblicua acompañando cualquier esfuerzo, una coagulación de calor
que encierra toda la extensión del cráneo, o se rompe a pedazos, placas de calor nunca quietas.
Una exacerbación dolorosa del cráneo, una cortante presión de los nervios, la nuca empeñada en sufrir, las sienes que se cristalizan o se petrifican, una cabeza hollada por caballos.
Ahora tendría que hablar de la descoporización de la realidad, de esa especie de ruptura aplicada, que parece multiplicarse ella misma entre las cosas y el sentimiento que producen en nuestro espíritu, el sitio que se toman. Esta clasificación instantánea
de las cosas en las células del espíritu, existe no tanto como un orden lógico, sino como un orden sentimental, afectivo.
Que ya no se hace: las cosas no tienen ya olor, no tienen sexo.
Pero su orden lógico a veces se rompe por su falta de aliento afectivo.
Las palabras se pudren en el llamado inconsciente del cerebro, todas las palabras por no importa qué operación mental,
y sobre todo aquellas que tocan los resortes más habituales, los más activos del espíritu.
Un vientre aplanado.
Un vientre de polvo fino y como en foco. Debajo del vientre una granada reventada.
La granada expande un flujo de copos que se eleva como lenguas de fuego, un fuego helado. El flujo se
agarra del vientre y lo hace girar.
Pero el vientre no da más vueltas. Son venas de sangre como vino, de sangre combinada con azufre y azafrán pero con un azufre endulzado con agua.
Sobre el vientre sobresalen los senos. Y más hacia arriba y en profundidad, pero en otro plano del espíritu un sol enardecido de manera que se podría pensar que es el seno el que arde. Y un pájaro
al pie de la granada.
El sol parece que tuviera una mirada.
Pero una mirada que estaría mirando el sol.
Y el aire todo es una como una melodía gélida pero una extensa, honda melodía bien compuesta
y secreta y colmada de ramificaciones congeladas.
Y todo construido con columnas, y con una especie de aguada arquitectónica que une el vientre
con la realidad.
La tela está ahuecada y estratificada.
La pintura está muy prensada a la tela.
Es como un círculo que se cierra sobre sí mismo, una suerte de abismo
en movimiento que se parte por el medio.
Es como un espíritu que se ve y se ahueca, está modelado y trabajado
sin cesar por las manos crispadas del espíritu.
Mientras tanto el espíritu siembra su fósforo. El espíritu está seguro. Tiene un pie bien apoyado
en este mundo.
El vientre, los senos, la granada, son como evidencias testimoniales de la realidad. Hay un pájaro muerto y hay un abundante surgimiento de columnas.
El aire está plagado de golpes de lápices como de golpes de cuchillos, como de esquirlas de uña mágica.
El aire está suficientemente alterado.
Así donde germina una semilla de irrealidad se dispone en células.
Las células se colocan cada una en su lugar, en abanico, rodeando el vientre,
delante del sol más lejos del pájaro y sobre ese flujo de agua sulfurosa.
Pero la arquitectura que sostiene y no dice nada es indiferente a las células.
Cada célula contiene un huevo donde se destaca el germen.
Repentinamente nace un huevo en cada célula.
En cada uno hay un hormigueo inhumano pero límpido,
las diversificaciones de un universo detenido.
Cada célula contiene bien su huevo y nos lo ofrece; pero al huevo no le importa demasiado
ser elegido o rechazado.
Algunas células no llevan huevo. En algunas crece una espiral.
Y en el aire cuelga una espiral más grande pero como azufrada, de fósforo todavía y cubierta
de irrealidad.
Y esta espiral tiene toda la relevancia del pensamiento más potente.
El vientre lleva a recordar la cirugía y la Morgue, la bodega, la plaza pública y la mesa de
operaciones.
El cuerpo del vientre parece tallado en granito o en mármol o en yeso, pero un yeso
endurecido.
Hay un casillero para una montaña.
Las burbujas del cielo dibuja sobre la montaña
una aureola fresca y translúcida. Alrededor de la montaña el aire es sonoro, compasivo,
antiguo, prohibido.
La entrada a la montaña está prohibida. La montaña tiene su lugar en el alma.
Ella es el horizonte de algo que no deja de retroceder.
Produce la impresión del horizonte infinito.
Y yo describo con lágrimas esta pintura porque esta pintura me toca el corazón.
En ella siento desplegarse mi pensamiento como en un espacio ideal, absoluto, pero un espacio
que tendría una forma posible de ser insertada en la realidad.
Caigo en ella del cielo.
Y alguna de mis fibras se desata y encuentra un lugar en determinados casilleros.
A ella regreso como a mi fuente,
allí siento el lugar y la disposición de mi espíritu.
El que ha pintado esa tela es el más grande pintor del mundo.
A André Mason lo que es justo.
De "L'Ombilic des limbes"
Antonin Artaud
Cuando me tocas tú... Lila Downs
Cuando te acercas a mí
Yo me pierdo en ti. Y yo me encuentro a mi destino. Soy luz fugaz de este camino cuando me tocas tú. https://www.youtube.com/watch?v=jVQyO_APbMY La farsante: https://www.youtube.com/watch?v=MctYBaK_3yU |
Bastet y Sejmet
Diosas de la mitología egipcia. Cada una representan diferentes caras de una misma cualidad, los extremos, la polaridad.
Ambas personalizan los rayos del sol. Una sus poderes benéficos y la otra los poderes maléficos.
Bastet es la gata ( o mujer con cabeza de gata) tranquila, protectora del hogar, diosa de la armonía y la felicidad. Cuando se enfada se convierte en una leona, Sejmet, diosa de la guerra y de la venganza.
Ambas personalizan los rayos del sol. Una sus poderes benéficos y la otra los poderes maléficos.
Bastet es la gata ( o mujer con cabeza de gata) tranquila, protectora del hogar, diosa de la armonía y la felicidad. Cuando se enfada se convierte en una leona, Sejmet, diosa de la guerra y de la venganza.
Tu mirá... Lole y Manuel
Y tu "mirá" se me clava en los ojos como una "espá" Grillo de mis tormentos, rosa tronchá (se me clava en los ojos como una "espá") Cuando sueño tus ojos de "madrugá" (se me clava en los ojos...) Yo no puedo apartarme de tu "mirá" (se me clava en los ojos...) https://www.youtube.com/watch?v=I5hHFXEPaLo |