Hilos
Ansiedades y rayos de sol
No voy a ir.
El entramado derrocha hilos sueltos, llenos de polvo, hilos deshechos con un núcleo muy prieto que cuanto más trato de deshacer más compacto se vuelve.
Pero de repente, he tenido está visión clara.
No iré.
Y digo esto a sabiendas de que posiblemente al final vaya. Cayendo en mis errores una y otra vez.
Pero es una actitud que me atrae.
No sé si me siento obligada, si me siento culpable o si realmente me apetece, pero disfrazo de sensaciones turbulentas un simple y llano deseo.
No sé si ser otra voz que culpa a la religión católica, ¿ tan presente ha estado en un nuestras vidas?
Tal vez es un culpable fácil. Tal vez no soy consciente de la dimensión.
Pero está vez en medio del barullo habitual, he tenido esta claridad. Como un rayito tímido de luz entre la oscuridad nubosa de las dudas habituales.
No creo que a nadie le importe, y tengo que tomar las decisiones desde esta perspectiva. Todo va a seguir igual. Muchas veces pienso que debería, que es lo lógico, que soy un engreída y soberbia si hago lo contrario.
¿Por qué no hago lo que me apetece?
Y tal vez me dé cuenta de que ha sido un error.
Al menos habría ganado esa certeza.
Me empeño en atesorar momentos, recuerdos, vivencias, experiencias...
Porque echo tanto de menos a ciertas personas... Y quiero llenar los huecos que pueda con las experiencias de los que están aquí.
¿Echo de menos? Ni siquiera sé si esta sensación que tengo recordándolos a cada momento se llama así.
A veces me parece egoísmo, acojone, incredulidad, cabreo por seguir sorprendiéndome con los hechos.
Sea lo que sea no iré para "contrarrestar" esta sensación. No conseguiré ganar el tiempo perdido proyectando en otras situaciones o personas.
Y tal vez no tenga otra oportunidad, tal vez me arrepienta, pero esta vez he tomado una decisión, y dado que me resulta tan difícil, voy a seguirla.
El entramado derrocha hilos sueltos, llenos de polvo, hilos deshechos con un núcleo muy prieto que cuanto más trato de deshacer más compacto se vuelve.
Pero de repente, he tenido está visión clara.
No iré.
Y digo esto a sabiendas de que posiblemente al final vaya. Cayendo en mis errores una y otra vez.
Pero es una actitud que me atrae.
No sé si me siento obligada, si me siento culpable o si realmente me apetece, pero disfrazo de sensaciones turbulentas un simple y llano deseo.
No sé si ser otra voz que culpa a la religión católica, ¿ tan presente ha estado en un nuestras vidas?
Tal vez es un culpable fácil. Tal vez no soy consciente de la dimensión.
Pero está vez en medio del barullo habitual, he tenido esta claridad. Como un rayito tímido de luz entre la oscuridad nubosa de las dudas habituales.
No creo que a nadie le importe, y tengo que tomar las decisiones desde esta perspectiva. Todo va a seguir igual. Muchas veces pienso que debería, que es lo lógico, que soy un engreída y soberbia si hago lo contrario.
¿Por qué no hago lo que me apetece?
Y tal vez me dé cuenta de que ha sido un error.
Al menos habría ganado esa certeza.
Me empeño en atesorar momentos, recuerdos, vivencias, experiencias...
Porque echo tanto de menos a ciertas personas... Y quiero llenar los huecos que pueda con las experiencias de los que están aquí.
¿Echo de menos? Ni siquiera sé si esta sensación que tengo recordándolos a cada momento se llama así.
A veces me parece egoísmo, acojone, incredulidad, cabreo por seguir sorprendiéndome con los hechos.
Sea lo que sea no iré para "contrarrestar" esta sensación. No conseguiré ganar el tiempo perdido proyectando en otras situaciones o personas.
Y tal vez no tenga otra oportunidad, tal vez me arrepienta, pero esta vez he tomado una decisión, y dado que me resulta tan difícil, voy a seguirla.
Avestruces
Cuando estás viendo el engaño, el riesgo, que todo se ha dado la vuelta y comienza a enseñarte los dientes, es cuando más torpe y confiada te muestras: ingenua, despreocupada, vulnerable..
Como si con esta actitud te protegieras de la maldad ajena, como si tu confianza pudiera revertir el proceso que ya está en marcha.
Como una manera de poder echar en cara en el futuro tu actitud y la suya... Y poder esgrimir tu inocencia ante su engaño.
Buscas que la hostia sea enorme, te dejas a su merced, en sus manos, como una manera de justificar tu futuro odio.
Un odio que hace tiempo se está gestando.
Porque una cosa es no querer ver y otra muy distinta es que en realidad no veamos.
O tal vez no quieres creer lo que tu intuición hace tiempo te viene alertando, y crees que por apretarte la venda no se caerá el escenario que sólo existe en tu imaginación, tu voluntad y tus ganas.
Cuando más alerta debes estar, más en la inhopia te sumerges.
Ay, ingenua avestruz, negando una realidad que para todos es evidente.
Ultimos coletazos de una relación que se acaba.
Para conseguir odiar en el futuro abiertamente y con toda intensidad a quien ya estás detestando en tu interior, íntimamente y sin darte cuenta.
Sólo lo sabrás cuando se descubra el pastel.
Entonces te volverás loca queriendo saber la verdad. Busca dentro de ti. Hace tiempo que la sabes.
Como si con esta actitud te protegieras de la maldad ajena, como si tu confianza pudiera revertir el proceso que ya está en marcha.
Como una manera de poder echar en cara en el futuro tu actitud y la suya... Y poder esgrimir tu inocencia ante su engaño.
Buscas que la hostia sea enorme, te dejas a su merced, en sus manos, como una manera de justificar tu futuro odio.
Un odio que hace tiempo se está gestando.
Porque una cosa es no querer ver y otra muy distinta es que en realidad no veamos.
O tal vez no quieres creer lo que tu intuición hace tiempo te viene alertando, y crees que por apretarte la venda no se caerá el escenario que sólo existe en tu imaginación, tu voluntad y tus ganas.
Cuando más alerta debes estar, más en la inhopia te sumerges.
Ay, ingenua avestruz, negando una realidad que para todos es evidente.
Ultimos coletazos de una relación que se acaba.
Para conseguir odiar en el futuro abiertamente y con toda intensidad a quien ya estás detestando en tu interior, íntimamente y sin darte cuenta.
Sólo lo sabrás cuando se descubra el pastel.
Entonces te volverás loca queriendo saber la verdad. Busca dentro de ti. Hace tiempo que la sabes.
Destinos y puntos de partida
Saber que quiero conseguir todo esto, y la ansiedad de que tengo tanto a lo que renunciar, cambiar y luchar para conseguirlo. Y la certeza de que si sigo para conseguir eso que tanto anhelo, el camino me llevará a un destino donde lo que me puso en marcha ya no me importará.
Suerte
No seguiré pensando en esto porque en realidad ya no seré la misma cuando ocurra, y no me afectará igual que ahora mismo.
Nos ponemos en situaciones como si nos fueran a pasar en este instante.
Las situaciones se gestan, maceran, se van desvelando.
No todas, desde luego, pero muchas sí.
Aunque nuestra sorpresa siempre es mayúscula.
Y quiero dejar de sentirme culpable por lo que le pase a los demás es como que quiero apoyar su sufrimiento jodiéndome yo también. Porque de otra manera, si no estoy aquí dando por culo, siento que me estoy escaqueando.
¿Tiene esto sentido?
Leí que no todos nos encontramos en nuestro punto de desarrollo. No vemos las cosas de la misma manera. Y cada uno navega su situación sin compararse ni angustiarse.
Pensar en estas cosas me da miedo, he tenido mucha suerte.
Nos ponemos en situaciones como si nos fueran a pasar en este instante.
Las situaciones se gestan, maceran, se van desvelando.
No todas, desde luego, pero muchas sí.
Aunque nuestra sorpresa siempre es mayúscula.
Y quiero dejar de sentirme culpable por lo que le pase a los demás es como que quiero apoyar su sufrimiento jodiéndome yo también. Porque de otra manera, si no estoy aquí dando por culo, siento que me estoy escaqueando.
¿Tiene esto sentido?
Leí que no todos nos encontramos en nuestro punto de desarrollo. No vemos las cosas de la misma manera. Y cada uno navega su situación sin compararse ni angustiarse.
Pensar en estas cosas me da miedo, he tenido mucha suerte.
Revelación
¿Cómo es posible que ciertas revelaciones se den en momentos tan banales? Estoy haciendo el mismo recorrido, en un vulgar vagón de metro, lleno de gente, en una hora irrelevante. Y no ha ocurrido nada remarcaba hasta ahora. Cuando de repente aparece esta frase y parece como si fuera la frase que siempre he estado esperando, hasta me suena familiar incluso en un idioma extraño.
Me fascina el contraste de momentos luminosos en medio de la rutina, de lo banal.
Y empiezo a darme cuenta de que este vagón de metro no es uno cualquiera, es especial, la gente que tengo alrededor, y que yo pueda estar aquí escribiendo sobre este instante, entre todos ellos.
Me fascina el contraste de momentos luminosos en medio de la rutina, de lo banal.
Y empiezo a darme cuenta de que este vagón de metro no es uno cualquiera, es especial, la gente que tengo alrededor, y que yo pueda estar aquí escribiendo sobre este instante, entre todos ellos.
Tendencias
Palabras que siempre me han gustado. Que por alguna razón me han atraído, al punto de comenzar a profundizar en ellas y estudiarlas dedicando mi vida a ello.
Lugares que me atraen desde siempre, asaltando casi diario en medio de mis pensamientos sin que haya un motivo.
Samskaras.
Y aunque cambie el significado del término a medida que profundizo, me siguen atrayendo todas sus nuevas facetas, cada nuevo detalle que descubro.
Y aunque mi vida cambie en cierto modo (en radical modo), no dejo de sentirme atraída por este lugar. Algo está cosido entre mis órganos y tira del hilo, del otro extremo con tirones secos y suaves.
Estoy aquí.
Pero no voy a ir. No antes de tiempo. Estoy aprendiendo a no precipitar las cosas. Y tal vez el destino no sea que vuelva allí, sino que siempre lo tenga en mente, como la luz de un faro que de vez en cuando me recuerda que allí hubo una orilla. pero las revelaciones se dan cuando la mano se tiende para que las descubras.
Antes precipitas la historia y sólo llegan oscuridades. No hay que presionar al destino.
Yo ya no busco, dejo que me encuentren.
Lugares que me atraen desde siempre, asaltando casi diario en medio de mis pensamientos sin que haya un motivo.
Samskaras.
Y aunque cambie el significado del término a medida que profundizo, me siguen atrayendo todas sus nuevas facetas, cada nuevo detalle que descubro.
Y aunque mi vida cambie en cierto modo (en radical modo), no dejo de sentirme atraída por este lugar. Algo está cosido entre mis órganos y tira del hilo, del otro extremo con tirones secos y suaves.
Estoy aquí.
Pero no voy a ir. No antes de tiempo. Estoy aprendiendo a no precipitar las cosas. Y tal vez el destino no sea que vuelva allí, sino que siempre lo tenga en mente, como la luz de un faro que de vez en cuando me recuerda que allí hubo una orilla. pero las revelaciones se dan cuando la mano se tiende para que las descubras.
Antes precipitas la historia y sólo llegan oscuridades. No hay que presionar al destino.
Yo ya no busco, dejo que me encuentren.
Esperando
Mis deseos se van revelando poco a poco. Esta frase me está buscando, pero es pronto, llegará cuando esté preparada. es algo que tengo muy claro. No tengo prisa, aunque esté deseando encontrarla. Aprendo a vivir con ese estado de tranquila ansiedad, de medida impaciencia.
Sed ardiente
¿Qué me empuja a ir? Buena pregunta...
¿Qué espero encontrar? ¿Cuál es el objetivo?
¿En serio estoy haciendo esto por corazonada? Porque no tengo una explicación racional, lógica, meditada y valorada.
¿Voy a lo loco?
Fíjate que no hay un objetivo ni nada que espere conseguir. Simplemente lo necesito y me llama. Algo dentro de mí, tiende hacia ello desesperadamente. con una sed ardiente como diría Gopi Krishna.
"The irresistible pressure of evolutionary processes creates a burning thirst for self-knowledge, the natural prelude for entry to another dimension of consciousness".
¿Qué espero encontrar? ¿Cuál es el objetivo?
¿En serio estoy haciendo esto por corazonada? Porque no tengo una explicación racional, lógica, meditada y valorada.
¿Voy a lo loco?
Fíjate que no hay un objetivo ni nada que espere conseguir. Simplemente lo necesito y me llama. Algo dentro de mí, tiende hacia ello desesperadamente. con una sed ardiente como diría Gopi Krishna.
"The irresistible pressure of evolutionary processes creates a burning thirst for self-knowledge, the natural prelude for entry to another dimension of consciousness".
La lección de mi vida.
Pues resulta que he ido a aprender una lección en el sitio más inesperado y, sobretodo, de la persona que menos me podía imaginar.
Así es la vida.
Y no penséis que la persona de referencia es alguna lumbrera.
Qué va.
Ni alguien a quien yo respetara ni admirara.
Pero, claro, algo tiene de admirable.
Ahí vamos.
Estoy en una boda y el típico familiar simplón pero que va de fucker si dispone a hacer un brindis.
Muy bien.
Y suelta una chorrada tontorrona, que se notaba preparada, mal preparada. Se aturrulla, repite las palabras, deja sus cuatro frases y...
Y la gente emocionada, aplaudiendo, lágrimas a flor de párpado...
Mientras a mí me suben oleadas de vergüenza.
Y aquí viene la lección. Cada vez que hablo, tengo a un censor que me mira incrédulo e irónico mientras golpea el suelo impaciente con su zapato. Y a cada frase que digo comenta constantemente: te has repetido, menuda idiotez, ¿no encuentras la palabra?, la gente se aburre, ¿otra vez vas a decir lo mismo?, no se han enterado, se te ve nerviosa, pero ¿qué chorrada es esta?...
Cada vez que abro el pico ahí está.
Es el más severo criticón que haya encontrado jamás.
Y es imposible encontrarlo porque no existe.
Pero la gente no, la gente desde luego no tiene a este person en la cabeza, y si tiene que decir algo emotivo lo dice y se queda tan ancho.
Me hace abrir los ojos de dos maneras distintas.
Que no debo estar tan pendiente de lo que digo porque la gente tampoco lo está. Cuenta la intención.
Que estamos una parte (tal vez mínima) de la población que nos percatamos de estos detalles de expresión. Así que no todo el monte es orégano no te relajes, chata.
Pero sí soltar un poco, chica, que de verdad que da igual muchas veces lo que digas. Si dejaras de intentar decirlo perfecto, la cosa iría mejor.
Así es la vida.
Y no penséis que la persona de referencia es alguna lumbrera.
Qué va.
Ni alguien a quien yo respetara ni admirara.
Pero, claro, algo tiene de admirable.
Ahí vamos.
Estoy en una boda y el típico familiar simplón pero que va de fucker si dispone a hacer un brindis.
Muy bien.
Y suelta una chorrada tontorrona, que se notaba preparada, mal preparada. Se aturrulla, repite las palabras, deja sus cuatro frases y...
Y la gente emocionada, aplaudiendo, lágrimas a flor de párpado...
Mientras a mí me suben oleadas de vergüenza.
Y aquí viene la lección. Cada vez que hablo, tengo a un censor que me mira incrédulo e irónico mientras golpea el suelo impaciente con su zapato. Y a cada frase que digo comenta constantemente: te has repetido, menuda idiotez, ¿no encuentras la palabra?, la gente se aburre, ¿otra vez vas a decir lo mismo?, no se han enterado, se te ve nerviosa, pero ¿qué chorrada es esta?...
Cada vez que abro el pico ahí está.
Es el más severo criticón que haya encontrado jamás.
Y es imposible encontrarlo porque no existe.
Pero la gente no, la gente desde luego no tiene a este person en la cabeza, y si tiene que decir algo emotivo lo dice y se queda tan ancho.
Me hace abrir los ojos de dos maneras distintas.
Que no debo estar tan pendiente de lo que digo porque la gente tampoco lo está. Cuenta la intención.
Que estamos una parte (tal vez mínima) de la población que nos percatamos de estos detalles de expresión. Así que no todo el monte es orégano no te relajes, chata.
Pero sí soltar un poco, chica, que de verdad que da igual muchas veces lo que digas. Si dejaras de intentar decirlo perfecto, la cosa iría mejor.