DICIEMBRE 2016
Yoga Sutras de Patañjali,
comentados por B.K S. Iyengar
Su tratado sobre yoga se denomina yoga darsána. Darsána significa "visión del alma", y también "espejo". El efecto del yoga es reflejar los pensamientos y acciones del aspirante como un espejo. El practicante observa los reflejos de sus pensamientos, de su mente, de su consciencia y de sus acciones, y se corrije a sí mismo. Este proceso le guía hacia la observación de su sí-mismo interior.
Las prácticas yóguicas llevan a una vida espiritual; las acciones no yóguicas le atan a uno al mundo. El ego, ahamkara, es el origen de las acciones buenas o malas. El yoga arranca la cizaña del orgullo de la mente y ayuda al buscador a seguir el sendero que le conducirá hacia la fuente de toda acción, la consciencia, donde se hallan almacenadas todas las impresiones pasadas (samskaras). (...) Eldeseo, la acción y la reacción son radios de la rueda del pensamiento, pero cuando la consciencia se ha tornado estable y pura son eliminados. Los movimientos de la mente toca a su fin. (...) ...se unen el pensamiento, la palabra y la acción, y el conocimiento del yogui se hace total. Para otros, cuyo conocimiento y comprensión son limitados, un objeto puede ser una cosa, la experiencia del objeto otra distinta y la palabra que lo designa ser diferente de las dos anteriores. Esas vacilaciones de la mente entorpecen la propia capacidad de pensamiento y acción.
El yogui diferencia entre las incertezas vacilantes de los procesos de pensamiento y la comprensión del Sí-mismo es inmtable. (...) Su mente refleja su propia mente, sin distorsiones, como un cristal.
El pensamiento es una vibración mental basada en experiencias pasadas. Es un producto de la actividad mental interna, un proceso de pensamiento. Este pensamiento insta conscientemente al intelecto a que analice pensamientos que surgen de la sede del cuerpo mental a través del recuerdo de experiencias pasadas. Los pensamientos crean perturbaciones. Al analizarlos se desarrolla poder discrminatorio, y se obtiene serenidad.
(...) Si la mente no está disciplinada y purificada, se implica con los objetos experimentados, provocando aflicción e infelicidad.
Patañjali comienza el tratado sobre yoga explicando el funcionamiemto de la mente, para que podamos aprender a disciplinarla, y que la inteligencia, el ego y la consciencia puedan ser restringidos, inhibidos, dominados y tamizados, para a continuación ser atraídos hacia el núcleo de nuestro ser, siendo absorbidos por el alma. Eso es yoga.
Incluso nuestros pensamientos más íntimos crean ondas de vibración sonora.
Patñajali guía al sadhaka refinado a la hora de seguir el rastro de movimientos, orden y secuencia de cada acción y pensamiento que surge. Al rememorar sus pasos mediante disciplina yóguica, el sadhaka coordina sus pensamientos y acciones de manera que no exista laguna temporal entre ellos.
ASHTANGA
Las disciplinas yóguicas son yama (restricción) y niyama (práctica y observancia). Estas disciplinas canalizan las energías de los órganos de acción y los sentidos de percepción en la dirección adecuada. Asana (postura) produce equilibrio, tranquiliza la mente, y proporciona poder para penetrar la inteligencia. A través de las asanas aprendemos a conocer el cuerpo y a distinguir entre movimiento y acción: el movimiento excita la mente, mientras que la acción lo absorve. Pranayama (control de la energía a través del control de la respiración) y pratyahara (retirada de los sentidos) ayudan al sadhaka a explorar sus facetas ocultas, y le permiten penetrar en el núcleo de su ser. Dharana (concentración), dhyana (meditación) y samadhi (absorción total) son la consumación de la disciplina yóguica, la esencia o los constituyentes naturales del yoga, que se desarrollan cuando las otras cinco disciplinas han sido dominadas. En realidad, las ocho se entremezclan y entretejen para conformar el cuerpo integral del yoga.
Yama
Existen cinco yamas: ahimsa (no violencia o no causar daño mediante pensamiento, palabra u obra), satya (veracidad, ser sincer, honesto y veraz), asteya (no robar), brahmacarya (continencia) y aparigraha (libertad respecto a la avaricia o no codicia).
Niyama
...deben seguirse no meramente como disciplinas personales, sino tambien espirituales. Son: sauca (limpieza o pureza, tanto externa como interna. El baño cotidiano es externo,; asana y pranayama limpian internamente), santosa (contento, produce un estado de alegría y benevolencia), tapas (fervor religioso, es un esfuerzo ardiente que implica purificación, autodisciplina y práctica austera. Es religiosidad o devoción en la práctica del yoga), svadhyaya (estudio de las escrituras sagradas y de nuestro propio sí-mismo; ilumina al practicante en el conocimiento de su propio ser interior mortal) e Isvara pranidhana (entrega de sí mismo a Dios, conduce al ser interior hacia su creador, el Dios Supremo).
En realidad, la observancia de yama provoca niyama, y la práctica de niyama hace que uno siga los principios de yama. Por ejemplo, la no violencia ocasiona pureza de pensamiento y obra, la veracidad lleva al contento, la no avaricia a tapas. La castidad lleva al estudio del sí mismo, y la posesividad a la entrega a Dios. De igual manera, la limpieza conduce a la no violencia, y el contento hacia la veracidad. Tapas conduce a no apropiarse indebidamente de las posesiones ajenas. El estudio del sí-mismo lleva hacia la castidad, y la entrega a Dios libera a uno de toda posesividad.
Dharana, dhyana y samadhi esán interconectados. Patañjali denomina samyama a esta integración.
ABHYASA Y VAIRAGYA
...la mente fluctuante arrastra al que ve hacia fuera, hacia dehesas de placer y valles de dolor, donde la tentación hace surgir inevitablemente el apego (...) sólo la renuncia puede salvar al sadhaka cortando el ronzal (...) vemos desde el principio la interdependencia de práctica y renuncia, sin la cual la práctica no dará fruto.
Abhyasa es una búsqueda dedicada, inquebrantable, constante y vigilante en el campo elegido, llevada a cabo a pesar de todas las dificaultades y de reiterados fracasos, e indefinidamente a lo largo de prolongados períodos de tiempo. Vairagya es el cultivo de libertad respecto a las pasiones, abstención de deseos y apetitos mundanos, y discriminación entre lo real y lo irreal(...)
...necesitamos las dos alas de la práctica y la renuncia a fin de alcanzar la cúspide de la realización del Alma.
La renuncia (...) es el arte de aprender a ser libre de desear tanto placeres mundanos como eminencia celestial. Implica adiestrar la mente y la consciencia para permanecer incólumes frente al deseo y la pasión. Debemos aprender a renunciar a objetos e ideas que trastornan y obstaculizan las prácticas yóguicas diarias. Luego hay que cultivar el no apego a los frutos de nuestros esfuerzos.(...)
El apego aporta discernimiento: poder ver todas y cada una de las cosas o seres tal cual son, en su pureza, sin prejuicios ni egoísmos. (...)
La práctica requiere de cuatro cualidades por parte del aspirante: dedicación, celo, atención ininterrumpida y perseverancia. La renuncia también requiere de cuatro cualidades: desconectar los sentidos de la acción, evitar los deseos, calmar la mente y liberarse de todo anhelo.
Abhyasa (práctica) es el arte de aprender lo que hay que aprender a través del cultivo de la acción disciplinada. Eso implica un esfuerzo prolongado, celoso, traquilo y perseverante. Vairagya (desapego o renuncia) es el arte de evitar lo que hay que evitar. Ambos requieren un enfoque positivo y virtuoso.
La práctica es una fuerza creciente de transformación o progreso en el yoga, pero si se lleva a cabo por sí sola produce una energía desenfrenada que se vuelve hacia fuera en el mundo material como impulsad por una fuerza centrífuga. La renuncia cercena esta explosión de energía, protegiendo al practicante del riesgo de enmarañarse con objetos sensoriales, redirigiendo las energías de forma centrípeta hacia el núcleo del ser.
El mundo externo atrae al que ve hacia sus placeres, creando deseo. La inevitable satisfacción de los deseos crea, a su vez, dolor, que sofoca al ser interno. La naturaleza y sus bellezas están ahí para ofrecer disfrute y placer (bhoga), y también para la libertad y la emancipación (yoga). Si las utilizamos indiscriminadamente, estaremos ligados a las cadenas del placer y el dolor. Un uso juicioso de ellas nos conducirá a la beatitud, libre del lacer mezclado con dolor. Los senderos gemelos hacia este objetivo son: práctica (abhyasa), el camino de la evolución, del avance; y desapego o renuncia (vairagya), el camino de la involución, del abstenerse de los frutos de la acción y de preocupaciones o vinculaciones mundanas.
....................................................SAMADHI
El efecto esencial de seguir el camino mostrado por Patañjali es experimentar el estado indivisible y fluido del que ve.
Samadhi es ver el alma cara a cara, un estado absoluto e indivisible de existencia, en el que se disuelven todas las diferencias entre cuerpo, mente y alma.
Distingue kaivalya de samadhi. En samadhi, el sadhaka experimenta un estado pasivo de unidad entre el que ve y lo visto, entre el observador y lo observado, entre sujeto y objeto. En kaivalya, vive en un estado de vida positivo, por encima de las influencias tamásicas, rajásicas y sáttvicas de los tres gunas de la naturaleza. Se mueve en el mundo y lleva a cabo tareas cotidianas de manera desapasionada, sin implicarse en ellas.
..........................................SADHANA
Sadhana es una disciplina emprendida con el fin de alcanzar un objetivo. Abhyasa es la práctica repetida, llevada a cabo con observación y reflexión. Kriya, o acción, también implica una ejecución perfecta con estudio e investigación. Por tanto, sadhana, abhyasa y kriya significan todas una sola y única cosa. Un sadhaka o practicante, es alguien que aplica con habilidad su mente e inteligencia en la práctica hacia un objetivo espiritual.
Kriyayoga, el yoga de la acción, cuenta con tres niveles: tapas, svadhyaya e Isvara pranidhana. Tapas significa un ardiente deseo de practicar yoga y un intenso esfuerzo dedicado a la práctica. Svadhyaya tiene dos aspectos: el estudio de las escrituras a fin de obtener sabiduría sacra y conocimiento de los valores morales y espirituales; y el estudio de nuestro propio sí mismo, desde el cuerpo al sí mismo interior. Isvara pranidhana es fe en Dios y entrega a Dios. Este acto de entrega enseña humildad. Cuando se siguen estos tres aspectos del kriyayoga con celo y ahínco, se superan los sufrimientos de la vida, y se experimenta samadhi.
Dharma, la ciencia sistemática del deber, forma parte del Óctuple Sendero del yoga (astanga yoga), que Patañjali describe en detalle. Cuando se siguen las oche disciplinas con dedicación y devoción, ayudan al sadhaka a estabilizarse física, mental y emocionalmente, para que pueda mantener la ecuanimidad en toda circunstancia. Aprende a conocer el Alma Suprema, Brahman, y a vivir de palabra, pensamiento y acción en consonancia con la verdad más elevada.
...al yoga se le ha considerado un sadhana (disciplina) mental.
.....................TÉRMINOS
Samapatti es transformación o contemplación del pensamiento, el acto de enfrentarse a uno mismo.
Retener la respiración tras cada espiración (el estudio de la inspiración enseña como el sí-mismo se va apegando de manera gradual al cuerpo; el estudio de la espiración enseña el no apego ya que el sí.mismo se aleja del contacto del cuerpo; retener la respiración tras la espiración educa de cara al desapego.
Si se practican todos juntos, la mente se diseminará de manera uniforme por el cuerpo, su morada, como el viento que se mueve y recorre el espacio.
KARMA
Todas nuestras acciones pasadas ejercen su influencia y dan forma a nuestras vidas presentes y futuras: se recog lo que se ha sembrado. Esa es la ley del karma, la ley universal de causa y efecto. Si nustras acciones son buenas y virtuosas, las aflicciones serán mínimas; las acciones erróneas conllevan pesar y dolor. Las acciones pueden dar fruto de inmediato, hacerlo más adelante en la vida o bien en las vidas venideras. Determinan el nacimiento, la duranción de la vida y los tipos de experencias por los que pasará. Cuando empieza a surgir la sabiduría espiritual uno percibe la carga de pesar que conlleva incluso el placer, y a partir de entonces elude tanto placer como dolor. No obstante, los frutos de la acción continúan enmarañando a los seres ordinarios.
PRAKRTI Y PURUSA
Purusa es el que ve o el alma, es conocimiento puro absoluto. Al contrario que la naturaleza (prakrti), que está sometida a cambios, purusa es eterno e inalterable. (...) Es la inteligencia, una de las envolturas de la naturaleza, la que enreda al que ve en el juego de la naturaleza e influye y contamina su pureza. Al igual que un espejo no puede reflejar nada con claridad cuando está cubierto de polvo, tampoco el que ve, aunque puro, no puede reflejar con claridad si la inteligencia está nublada. El asirante que sigue el Óctuple Sendero del yoga desarrolla comprensión discrminadora, viveka, y aprende a utilizar el juego de la naturaleza para aclarar la inteligencia y experimentar al que ve.
(...) Dios ha proporcionado los principios de la naturaleza, para que el que ve pueda comulgar con ellos y sacarle el máximo provecho para su crecimiento intelectual y espiritual. La naturaleza está aquí para servir a su señor, el que ve, prusa o atman, el ser interior del hombre. Se convierte en obstáculo de la iluminación espiritual cuando se utiliza para el placer sensual, pero, por otra parte, puede ayudar a su señor a realizar su potencial y auténtica talla. No es culpa de la naturaleza el que los seres humanos abuse de ella o caigan presos de sus tentaciones. La naturaleza está siempre dispuesta a ser complaciente, o a mostrarse incapaz, dependiendo de nuestros actos. Cuando hemos superado nuestros defectos intelectuales y empcionales, los dones de la naturaleza nos sirven para la realización del alma. Tras haber consumado sus funciones, éstos se repliegan.
Esta auténtica realización del Sí-mismo es la cima del desarrollo de la inteligencia. Debe ser mantenida, mediante una atención ininterrumpida de pensamiento, palabra y obra.
SAMSKARA
Dependiendo de su proveniencia, los frutos de las acciones pueden ligarnos al deseo, la ira y la codicia, o bien dirigirnos hacia la búsqueda espiritual. EStas impresiones residuales se llaman samskaras (...) Si son puras, las acciones del yogi no dejan impresiones ni provocan reacciones y, por tanto, están libres de cualquier impresión residual.
Las prácticas yóguicas llevan a una vida espiritual; las acciones no yóguicas le atan a uno al mundo. El ego, ahamkara, es el origen de las acciones buenas o malas. El yoga arranca la cizaña del orgullo de la mente y ayuda al buscador a seguir el sendero que le conducirá hacia la fuente de toda acción, la consciencia, donde se hallan almacenadas todas las impresiones pasadas (samskaras). (...) Eldeseo, la acción y la reacción son radios de la rueda del pensamiento, pero cuando la consciencia se ha tornado estable y pura son eliminados. Los movimientos de la mente toca a su fin. (...) ...se unen el pensamiento, la palabra y la acción, y el conocimiento del yogui se hace total. Para otros, cuyo conocimiento y comprensión son limitados, un objeto puede ser una cosa, la experiencia del objeto otra distinta y la palabra que lo designa ser diferente de las dos anteriores. Esas vacilaciones de la mente entorpecen la propia capacidad de pensamiento y acción.
El yogui diferencia entre las incertezas vacilantes de los procesos de pensamiento y la comprensión del Sí-mismo es inmtable. (...) Su mente refleja su propia mente, sin distorsiones, como un cristal.
El pensamiento es una vibración mental basada en experiencias pasadas. Es un producto de la actividad mental interna, un proceso de pensamiento. Este pensamiento insta conscientemente al intelecto a que analice pensamientos que surgen de la sede del cuerpo mental a través del recuerdo de experiencias pasadas. Los pensamientos crean perturbaciones. Al analizarlos se desarrolla poder discrminatorio, y se obtiene serenidad.
(...) Si la mente no está disciplinada y purificada, se implica con los objetos experimentados, provocando aflicción e infelicidad.
Patañjali comienza el tratado sobre yoga explicando el funcionamiemto de la mente, para que podamos aprender a disciplinarla, y que la inteligencia, el ego y la consciencia puedan ser restringidos, inhibidos, dominados y tamizados, para a continuación ser atraídos hacia el núcleo de nuestro ser, siendo absorbidos por el alma. Eso es yoga.
Incluso nuestros pensamientos más íntimos crean ondas de vibración sonora.
Patñajali guía al sadhaka refinado a la hora de seguir el rastro de movimientos, orden y secuencia de cada acción y pensamiento que surge. Al rememorar sus pasos mediante disciplina yóguica, el sadhaka coordina sus pensamientos y acciones de manera que no exista laguna temporal entre ellos.
ASHTANGA
Las disciplinas yóguicas son yama (restricción) y niyama (práctica y observancia). Estas disciplinas canalizan las energías de los órganos de acción y los sentidos de percepción en la dirección adecuada. Asana (postura) produce equilibrio, tranquiliza la mente, y proporciona poder para penetrar la inteligencia. A través de las asanas aprendemos a conocer el cuerpo y a distinguir entre movimiento y acción: el movimiento excita la mente, mientras que la acción lo absorve. Pranayama (control de la energía a través del control de la respiración) y pratyahara (retirada de los sentidos) ayudan al sadhaka a explorar sus facetas ocultas, y le permiten penetrar en el núcleo de su ser. Dharana (concentración), dhyana (meditación) y samadhi (absorción total) son la consumación de la disciplina yóguica, la esencia o los constituyentes naturales del yoga, que se desarrollan cuando las otras cinco disciplinas han sido dominadas. En realidad, las ocho se entremezclan y entretejen para conformar el cuerpo integral del yoga.
Yama
Existen cinco yamas: ahimsa (no violencia o no causar daño mediante pensamiento, palabra u obra), satya (veracidad, ser sincer, honesto y veraz), asteya (no robar), brahmacarya (continencia) y aparigraha (libertad respecto a la avaricia o no codicia).
Niyama
...deben seguirse no meramente como disciplinas personales, sino tambien espirituales. Son: sauca (limpieza o pureza, tanto externa como interna. El baño cotidiano es externo,; asana y pranayama limpian internamente), santosa (contento, produce un estado de alegría y benevolencia), tapas (fervor religioso, es un esfuerzo ardiente que implica purificación, autodisciplina y práctica austera. Es religiosidad o devoción en la práctica del yoga), svadhyaya (estudio de las escrituras sagradas y de nuestro propio sí-mismo; ilumina al practicante en el conocimiento de su propio ser interior mortal) e Isvara pranidhana (entrega de sí mismo a Dios, conduce al ser interior hacia su creador, el Dios Supremo).
En realidad, la observancia de yama provoca niyama, y la práctica de niyama hace que uno siga los principios de yama. Por ejemplo, la no violencia ocasiona pureza de pensamiento y obra, la veracidad lleva al contento, la no avaricia a tapas. La castidad lleva al estudio del sí mismo, y la posesividad a la entrega a Dios. De igual manera, la limpieza conduce a la no violencia, y el contento hacia la veracidad. Tapas conduce a no apropiarse indebidamente de las posesiones ajenas. El estudio del sí-mismo lleva hacia la castidad, y la entrega a Dios libera a uno de toda posesividad.
Dharana, dhyana y samadhi esán interconectados. Patañjali denomina samyama a esta integración.
ABHYASA Y VAIRAGYA
...la mente fluctuante arrastra al que ve hacia fuera, hacia dehesas de placer y valles de dolor, donde la tentación hace surgir inevitablemente el apego (...) sólo la renuncia puede salvar al sadhaka cortando el ronzal (...) vemos desde el principio la interdependencia de práctica y renuncia, sin la cual la práctica no dará fruto.
Abhyasa es una búsqueda dedicada, inquebrantable, constante y vigilante en el campo elegido, llevada a cabo a pesar de todas las dificaultades y de reiterados fracasos, e indefinidamente a lo largo de prolongados períodos de tiempo. Vairagya es el cultivo de libertad respecto a las pasiones, abstención de deseos y apetitos mundanos, y discriminación entre lo real y lo irreal(...)
...necesitamos las dos alas de la práctica y la renuncia a fin de alcanzar la cúspide de la realización del Alma.
La renuncia (...) es el arte de aprender a ser libre de desear tanto placeres mundanos como eminencia celestial. Implica adiestrar la mente y la consciencia para permanecer incólumes frente al deseo y la pasión. Debemos aprender a renunciar a objetos e ideas que trastornan y obstaculizan las prácticas yóguicas diarias. Luego hay que cultivar el no apego a los frutos de nuestros esfuerzos.(...)
El apego aporta discernimiento: poder ver todas y cada una de las cosas o seres tal cual son, en su pureza, sin prejuicios ni egoísmos. (...)
La práctica requiere de cuatro cualidades por parte del aspirante: dedicación, celo, atención ininterrumpida y perseverancia. La renuncia también requiere de cuatro cualidades: desconectar los sentidos de la acción, evitar los deseos, calmar la mente y liberarse de todo anhelo.
Abhyasa (práctica) es el arte de aprender lo que hay que aprender a través del cultivo de la acción disciplinada. Eso implica un esfuerzo prolongado, celoso, traquilo y perseverante. Vairagya (desapego o renuncia) es el arte de evitar lo que hay que evitar. Ambos requieren un enfoque positivo y virtuoso.
La práctica es una fuerza creciente de transformación o progreso en el yoga, pero si se lleva a cabo por sí sola produce una energía desenfrenada que se vuelve hacia fuera en el mundo material como impulsad por una fuerza centrífuga. La renuncia cercena esta explosión de energía, protegiendo al practicante del riesgo de enmarañarse con objetos sensoriales, redirigiendo las energías de forma centrípeta hacia el núcleo del ser.
El mundo externo atrae al que ve hacia sus placeres, creando deseo. La inevitable satisfacción de los deseos crea, a su vez, dolor, que sofoca al ser interno. La naturaleza y sus bellezas están ahí para ofrecer disfrute y placer (bhoga), y también para la libertad y la emancipación (yoga). Si las utilizamos indiscriminadamente, estaremos ligados a las cadenas del placer y el dolor. Un uso juicioso de ellas nos conducirá a la beatitud, libre del lacer mezclado con dolor. Los senderos gemelos hacia este objetivo son: práctica (abhyasa), el camino de la evolución, del avance; y desapego o renuncia (vairagya), el camino de la involución, del abstenerse de los frutos de la acción y de preocupaciones o vinculaciones mundanas.
....................................................SAMADHI
El efecto esencial de seguir el camino mostrado por Patañjali es experimentar el estado indivisible y fluido del que ve.
Samadhi es ver el alma cara a cara, un estado absoluto e indivisible de existencia, en el que se disuelven todas las diferencias entre cuerpo, mente y alma.
Distingue kaivalya de samadhi. En samadhi, el sadhaka experimenta un estado pasivo de unidad entre el que ve y lo visto, entre el observador y lo observado, entre sujeto y objeto. En kaivalya, vive en un estado de vida positivo, por encima de las influencias tamásicas, rajásicas y sáttvicas de los tres gunas de la naturaleza. Se mueve en el mundo y lleva a cabo tareas cotidianas de manera desapasionada, sin implicarse en ellas.
..........................................SADHANA
Sadhana es una disciplina emprendida con el fin de alcanzar un objetivo. Abhyasa es la práctica repetida, llevada a cabo con observación y reflexión. Kriya, o acción, también implica una ejecución perfecta con estudio e investigación. Por tanto, sadhana, abhyasa y kriya significan todas una sola y única cosa. Un sadhaka o practicante, es alguien que aplica con habilidad su mente e inteligencia en la práctica hacia un objetivo espiritual.
Kriyayoga, el yoga de la acción, cuenta con tres niveles: tapas, svadhyaya e Isvara pranidhana. Tapas significa un ardiente deseo de practicar yoga y un intenso esfuerzo dedicado a la práctica. Svadhyaya tiene dos aspectos: el estudio de las escrituras a fin de obtener sabiduría sacra y conocimiento de los valores morales y espirituales; y el estudio de nuestro propio sí mismo, desde el cuerpo al sí mismo interior. Isvara pranidhana es fe en Dios y entrega a Dios. Este acto de entrega enseña humildad. Cuando se siguen estos tres aspectos del kriyayoga con celo y ahínco, se superan los sufrimientos de la vida, y se experimenta samadhi.
Dharma, la ciencia sistemática del deber, forma parte del Óctuple Sendero del yoga (astanga yoga), que Patañjali describe en detalle. Cuando se siguen las oche disciplinas con dedicación y devoción, ayudan al sadhaka a estabilizarse física, mental y emocionalmente, para que pueda mantener la ecuanimidad en toda circunstancia. Aprende a conocer el Alma Suprema, Brahman, y a vivir de palabra, pensamiento y acción en consonancia con la verdad más elevada.
...al yoga se le ha considerado un sadhana (disciplina) mental.
.....................TÉRMINOS
Samapatti es transformación o contemplación del pensamiento, el acto de enfrentarse a uno mismo.
Retener la respiración tras cada espiración (el estudio de la inspiración enseña como el sí-mismo se va apegando de manera gradual al cuerpo; el estudio de la espiración enseña el no apego ya que el sí.mismo se aleja del contacto del cuerpo; retener la respiración tras la espiración educa de cara al desapego.
Si se practican todos juntos, la mente se diseminará de manera uniforme por el cuerpo, su morada, como el viento que se mueve y recorre el espacio.
KARMA
Todas nuestras acciones pasadas ejercen su influencia y dan forma a nuestras vidas presentes y futuras: se recog lo que se ha sembrado. Esa es la ley del karma, la ley universal de causa y efecto. Si nustras acciones son buenas y virtuosas, las aflicciones serán mínimas; las acciones erróneas conllevan pesar y dolor. Las acciones pueden dar fruto de inmediato, hacerlo más adelante en la vida o bien en las vidas venideras. Determinan el nacimiento, la duranción de la vida y los tipos de experencias por los que pasará. Cuando empieza a surgir la sabiduría espiritual uno percibe la carga de pesar que conlleva incluso el placer, y a partir de entonces elude tanto placer como dolor. No obstante, los frutos de la acción continúan enmarañando a los seres ordinarios.
PRAKRTI Y PURUSA
Purusa es el que ve o el alma, es conocimiento puro absoluto. Al contrario que la naturaleza (prakrti), que está sometida a cambios, purusa es eterno e inalterable. (...) Es la inteligencia, una de las envolturas de la naturaleza, la que enreda al que ve en el juego de la naturaleza e influye y contamina su pureza. Al igual que un espejo no puede reflejar nada con claridad cuando está cubierto de polvo, tampoco el que ve, aunque puro, no puede reflejar con claridad si la inteligencia está nublada. El asirante que sigue el Óctuple Sendero del yoga desarrolla comprensión discrminadora, viveka, y aprende a utilizar el juego de la naturaleza para aclarar la inteligencia y experimentar al que ve.
(...) Dios ha proporcionado los principios de la naturaleza, para que el que ve pueda comulgar con ellos y sacarle el máximo provecho para su crecimiento intelectual y espiritual. La naturaleza está aquí para servir a su señor, el que ve, prusa o atman, el ser interior del hombre. Se convierte en obstáculo de la iluminación espiritual cuando se utiliza para el placer sensual, pero, por otra parte, puede ayudar a su señor a realizar su potencial y auténtica talla. No es culpa de la naturaleza el que los seres humanos abuse de ella o caigan presos de sus tentaciones. La naturaleza está siempre dispuesta a ser complaciente, o a mostrarse incapaz, dependiendo de nuestros actos. Cuando hemos superado nuestros defectos intelectuales y empcionales, los dones de la naturaleza nos sirven para la realización del alma. Tras haber consumado sus funciones, éstos se repliegan.
Esta auténtica realización del Sí-mismo es la cima del desarrollo de la inteligencia. Debe ser mantenida, mediante una atención ininterrumpida de pensamiento, palabra y obra.
SAMSKARA
Dependiendo de su proveniencia, los frutos de las acciones pueden ligarnos al deseo, la ira y la codicia, o bien dirigirnos hacia la búsqueda espiritual. EStas impresiones residuales se llaman samskaras (...) Si son puras, las acciones del yogi no dejan impresiones ni provocan reacciones y, por tanto, están libres de cualquier impresión residual.