SEPTIEMBRE 2016
Moda
En septiembre sacamos partido a esas prendas que nos han acompañado durante el verano, nos resistimos a olvidarlas, a encerrarlas en un trastero para que el año que viene ya no sean protagonistas, ¡con lo que nos gustan ahora! Pero esto también es parte del ciclo.
Antes de que todo esto suceda, aprovechamos el calor de septiembre para seguir vistiéndolas. Y si refresca: camiseta debajo o añadimos una sudadera.
Hablando de camisetas, se vuelven aptas con todos los estilismos, mejor cuanto más vestido.
Y disfrutamos de los últimos días de las túnicas veraniegas, nos enamoramos de vaqueros llenos de flores... Nos resistimos a meternos en el gris y abrigado otoño. Y es que septiembre es aún verano y, como tal, lo vivimos.
Pero es también el mes de los ciclos, repeticiones, recuentos, y ¡Wishlists! Aquí tengo la mía.
Antes de que todo esto suceda, aprovechamos el calor de septiembre para seguir vistiéndolas. Y si refresca: camiseta debajo o añadimos una sudadera.
Hablando de camisetas, se vuelven aptas con todos los estilismos, mejor cuanto más vestido.
Y disfrutamos de los últimos días de las túnicas veraniegas, nos enamoramos de vaqueros llenos de flores... Nos resistimos a meternos en el gris y abrigado otoño. Y es que septiembre es aún verano y, como tal, lo vivimos.
Pero es también el mes de los ciclos, repeticiones, recuentos, y ¡Wishlists! Aquí tengo la mía.
Eterna Whishlist
Ésta es la parte que nos gusta de la rutina: la de volver a hacer la lista de prendas que queremos en nuestro armario el próximo invierno.
¡Esto sí lo cogemos con ilusión!
Aunque las listas están ahí para ir cambiándolas: algunas cosas se compran, otras no y se nos olvidan o nos dejan de gustar, las intercambiamos por otras.
Yo sigo en mi idea de comprar sólo lo estrictamente necesario y productos sostenibles (aunque lo más sostenible sea dejar de comprar).
Y vengo observando que siempre hay una prenda (pueden ser zapatos, complementos...) que nos tiene obsesionadas. Vamos a la tienda, la probamos, la dejamos porque no nos hace falta, sigue en la mente, esperamos otro poco, nos entra la ansiedad de que se agote, seguimos pensando en ella...
Hasta que una de dos, o se nos termina olvidando (nos aburrimos de pensar en ella como si ya la tuviéramos en el armario) o la compramos. Y, ojo, porque al tenerla, no se satisface tu afán consumista y te quedas tranquila con ese abriguito sino que tu mente busca inmediatamente un nuevo objetivo.
En el mismo momento en que pasas la tarjeta y sales de la tienda, ya deja de ser deseado y en cosa de un par de días ya tienes tus obsesiones girando en torno a un nuevo objeto de deseo.
Así que, si no quieres comprar, fíjate en una prenda a adquirir y nunca la compres, que se quede en el tintero. Y si se te olvida, repite el proceso con otra, pero ¡nunca la compres! Así será una Wish List eterna que nunca pasará a ser List, ni Hated Lists.
A continuación, mi lista de WISHES para la próxima estación.
¡Esto sí lo cogemos con ilusión!
Aunque las listas están ahí para ir cambiándolas: algunas cosas se compran, otras no y se nos olvidan o nos dejan de gustar, las intercambiamos por otras.
Yo sigo en mi idea de comprar sólo lo estrictamente necesario y productos sostenibles (aunque lo más sostenible sea dejar de comprar).
Y vengo observando que siempre hay una prenda (pueden ser zapatos, complementos...) que nos tiene obsesionadas. Vamos a la tienda, la probamos, la dejamos porque no nos hace falta, sigue en la mente, esperamos otro poco, nos entra la ansiedad de que se agote, seguimos pensando en ella...
Hasta que una de dos, o se nos termina olvidando (nos aburrimos de pensar en ella como si ya la tuviéramos en el armario) o la compramos. Y, ojo, porque al tenerla, no se satisface tu afán consumista y te quedas tranquila con ese abriguito sino que tu mente busca inmediatamente un nuevo objetivo.
En el mismo momento en que pasas la tarjeta y sales de la tienda, ya deja de ser deseado y en cosa de un par de días ya tienes tus obsesiones girando en torno a un nuevo objeto de deseo.
Así que, si no quieres comprar, fíjate en una prenda a adquirir y nunca la compres, que se quede en el tintero. Y si se te olvida, repite el proceso con otra, pero ¡nunca la compres! Así será una Wish List eterna que nunca pasará a ser List, ni Hated Lists.
A continuación, mi lista de WISHES para la próxima estación.
1. El vestido groupie
Me he enamorado perdidamente de este vestido entre púrpura y azul petróleo, lleno de brillos, manga larga y que queda de maravilla. Como se me presenta una temporada de conciertos por Europa muy interesante, éste será el vestido oficial. Con pelo recogido y maquillaje potente.
2. Abrigo de Patagonia
100% sostenible. Todo material reciclado, y las plumas que abrigan prendas como ésta, proceden de animales que ya habían muerto.
Así sí, ¡renuevo abrigo!
Así sí, ¡renuevo abrigo!
3 y 4. Botas de cordones para la noche // Plataformas de terciopelo para el día
El mundo al revés. Durante el día, todoterreno con unas sandalias que podremos poner con leotardos y todo tipo de vestido o pantalón.
Para noches de vestidos románticos, calcetas de lana por la rodilla, flores, encajes, etc. unas botas de cordones tipo militar.
Para noches de vestidos románticos, calcetas de lana por la rodilla, flores, encajes, etc. unas botas de cordones tipo militar.
Camiseta + Tejido noble o Vestido
Es tan tendencia que ya empieza a cansar, aunque cierto que a práctico no le gana nada. Y además alarga la vida de nuestros vestidos veraniegos antes de recluirlos en un triste desván hasta el año que viene.
Otra ventaja es que todos los materiales de fiesta toman las calles a horas atípicas. Lentejuelas, brocados, sedas, terciopelos... Esos materiales lujosos y festivos que no tendrán que esperar a la gran ocasión porque puede ser todos los días. Eso sí, imprescindible restarle protagonismo y seriedad con una camiseta que te guste.
Por favor, nada de grupos rockeros que ni siquiera conoces. Es ridículo. Cualquier camiseta que tengas servirá.
Otra ventaja es que todos los materiales de fiesta toman las calles a horas atípicas. Lentejuelas, brocados, sedas, terciopelos... Esos materiales lujosos y festivos que no tendrán que esperar a la gran ocasión porque puede ser todos los días. Eso sí, imprescindible restarle protagonismo y seriedad con una camiseta que te guste.
Por favor, nada de grupos rockeros que ni siquiera conoces. Es ridículo. Cualquier camiseta que tengas servirá.
Y si refresca... sudadera
La bata veraniega
Esta prenda, no nos engañemos, no abriga más que lo justo pero adornar, adorna, ¡y mucho!
"Bata" suena mal, suena a rulos, un dedo de canas y desaliño. Podemos subirlo de categoría y llamarlo kimono, que tiene connotaciones más exóticas.
Lo llames como lo llames, me encanta la palabra "sobretodo", sigue con el mix lujo /vs/ sport. Y combina tejidos ricos con vaqueros.
"Bata" suena mal, suena a rulos, un dedo de canas y desaliño. Podemos subirlo de categoría y llamarlo kimono, que tiene connotaciones más exóticas.
Lo llames como lo llames, me encanta la palabra "sobretodo", sigue con el mix lujo /vs/ sport. Y combina tejidos ricos con vaqueros.
Vaqueros floreados
Hoy estoy con el vocabulario delicado. Pero es que son vaqueros y llevan estampadas/pintadas flores ¿o no? Pues vaqueros floreados, las definiciones artísticas para momentos de inspiración. Los he visto llevados por hombres ¡¡pero me encantan para mí!!
More black
Cada poco me decanto por el total black, me gusta especialmente en los días de sol, también en septiembre, que quieres ir veraniega pero parecer sobria y arreglada. Ahí está el negro echando un buen cable porque cumple perfectamente.
Y un look que he visto por las calles y me encanta: pantalón ultrapitillo con rotos en las rodillas y sudadera o jersey finito de cuello a la caja y manga larga. Deportivas y total black, claro.
Última mirada: el pañuelo cowboy
Final de verano...
Con bolsos de rafia, pantalones pesqueros, estilo marinero, rotos, aberturas... Los últimos guiños a una estación que se acaba.