AGOSTO
Edito
Un soplo de aire fresco... Se agradece con este calor y prescindir de estructuras, esquemas, estereotipos y obligaciones.
El mes de agosto viene con algunos cambios. Siempre me esfuerzo por hacer las cosas como creo que estarían bien, como le gustaría a los demás, como van a resultarme más útiles. Y al final pierdo mi visión y lo que realmente me gusta. Claro que también pienso que si no me esfuerzo, tenderé a lo fácil y banal. Siempre aparece la otra cara de la moneda, nunca puedo estar convencida al 100% de algo.
Voy a dejarme de tanto texto explicativo (ya empecé a hacerlo, por ejemplo, en el apartado plásticas) porque a mí las curiosidades y el origen de los artistas me da igual, sólo me importa su obra. (Tampoco es totalmente cierto, hay veces que sí me interesan ciertos aspectos, pero bueno, si doy con algún dato relevante o interesante lo añadiré) pero fuera de obligaciones, estructuras fijas y supuestamente necesarias.
Y nada de artículos esquemáticos, secciones que se repiten, número mínimo de reseñas musicales... Se hace muy pesado, hay meses que vienen más, otras que menos, pero no poner por poner, por rellenar. Quiero que sea más una agenda ilustrada, personal, que una revista que intente gustar y cumplir unos mínimos. Total, sólo lo voy a leer yo, y me resulta muy útil para recordar y archivar cosas, puedo recurrir a ellas rápido, que es con la vocación con la que nació hacer esta página.
Así que hay más de lo mismo pero con menos texto, o puede que un día me levante inspirada y me salga un número completito e interesante, ¿quién sabe? Pero sin obligaciones porque esa obligación estaba haciendo que me diera pereza y me planteara no seguir o comenzar otro distinto y, ¿por qué? Las cosas pueden, deben, ir cambiando, ¿no?
Ahora me centraré más en las cosas que me llaman la atención aunque estén pasadas de moda. Lo que realmente me gusta, me va impresionando.
Agosto: calor, sol, colores intensos amarillo-naranja-rojo, helados, hielo, cactus, seco... Son las ideas que se me pasan por la cabeza. Hay que disfrutarlas y hacer todos los planes posibles, aunque no des un duro por ellos.
En moda y belleza, en mente las noches de verano con vestidos de envolvente gasa, aberturas, miles de amuletos y pulseritas de mano y de pies, múltiples anillos, cabellos trenzados y relajados looks divertidos con un marcado acento gipsy y colorista. Y también en living, donde recojo algunas ideas vistas por la web.
Ahora me centraré más en las cosas que me llaman la atención aunque estén pasadas de moda. Lo que realmente me gusta, me va impresionando.
Agosto: calor, sol, colores intensos amarillo-naranja-rojo, helados, hielo, cactus, seco... Son las ideas que se me pasan por la cabeza. Hay que disfrutarlas y hacer todos los planes posibles, aunque no des un duro por ellos.
En moda y belleza, en mente las noches de verano con vestidos de envolvente gasa, aberturas, miles de amuletos y pulseritas de mano y de pies, múltiples anillos, cabellos trenzados y relajados looks divertidos con un marcado acento gipsy y colorista. Y también en living, donde recojo algunas ideas vistas por la web.
Plásticas dedicado a fotógrafos y artistas que captan maravillosamente la intensa luz que nos acompaña este mes o cuentan historias susceptibles de ser vividas cualquier verano.
Historias y `planes... Aunque no te apetezca, no es probable que te arrepientas después, sobretodo porque no sabes cuánto te podías haber arrepentido si lo hubieras hecho. Mejor decir, qué razón tenía, qué bien me hubiera quedado en casa, que decir, joder, tenía que haber ido, para una cosa que me sale quedarme encerrada...
Y el verano es la mejor época para vivir todas esas experiencias, aventuras y anécdotas por las que suspiramos en invierno. La tranquilidad de no tener que madrugar ni responsabilidades en varios días vista es u sentimiento relajante y liberador. Puedes ir lejos, puedes trasnochar lo que quieras y aparecer en sitios insospechados, puedes perderte sin la conciencia dándote la lata de que en X horas tienes que estar despierta, tienes que estar espabilada, tienes que tener buena cara.
Sea lo que sea el plan de verano, apúntate. Nunca sabes dónde vas a encontrar una buena historia que forme a pasar parte de tu biografía. Puede ser de cualquier tipo: gastronómico, folclórico, deportivo, cultural...
Y el verano es la mejor época para vivir todas esas experiencias, aventuras y anécdotas por las que suspiramos en invierno. La tranquilidad de no tener que madrugar ni responsabilidades en varios días vista es u sentimiento relajante y liberador. Puedes ir lejos, puedes trasnochar lo que quieras y aparecer en sitios insospechados, puedes perderte sin la conciencia dándote la lata de que en X horas tienes que estar despierta, tienes que estar espabilada, tienes que tener buena cara.
Sea lo que sea el plan de verano, apúntate. Nunca sabes dónde vas a encontrar una buena historia que forme a pasar parte de tu biografía. Puede ser de cualquier tipo: gastronómico, folclórico, deportivo, cultural...
Siempre magnificamos los planes que nos hemos perdido, siempre los magnificamos también después de haberlos hecho. Yo hay pocos días que digo: me tenía que haber quedado tranquilita. Y los días que digo eso, luego se convierten (con bastante tiempo, eso es verdad) en maravillosas anécdotas, divertidas e insólitas, (de contar y de escuchar). Sí, puede que algunas con mucho tiempo...
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